Aunque la procrastinación podría confundirse con flojera, podría ir más relacionada con nuestro nivel de perfeccionismo

El Sumario – Todos alguna vez hemos pospuesto alguna tarea que no queríamos hacer en ese momento, pero si lo convertimos en costumbre y con todos nuestros pendientes, podríamos ser víctimas de la procrastinación.

Esto significa que, literalmente, dejamos todo para última hora. Pero no porque lo hagamos en una o dos oportunidades, sino siempre y con todo. Lo peor es que puede ocurrir hasta con cosas muy sencillas como lavar los platos después de comer.

Los procrastinadores no nacen, se hacen, y son producto de una vida sin hábitos. Esto quiere decir que una persona que no planifica, es más propensa a dejar cosas por fuera. Sin embargo, existe una fórmula destinada a la motivación temporal para combatir la procrastinación: U = EV/ID.

La U se refiere a la utilidad de la tarea una vez realizada, y su valor equivale al producto de las Expectativas (E) por el valor concedido a terminar el trabajo (V). A su vez, es inversamente proporcional a la inmediatez (I) y a la sensibilidad de cada persona a los retrasos (D).

Según Piers Steel, investigador de la Universidad de Calgary y quien inventó esta fórmula, la procrastinación no se debe a la flojera que pueda tener la persona sino a su alto nivel de perfeccionismo. En pocas palabras, la fórmula quiere decir que las tareas que más demoramos son las que queremos que se lleven a cabo de mejor manera y son a las que más importancia damos.

Andreina Gutiérrez Romero

Con información de Muy Interesante