Ballantine’s diseñó un vaso para asegurarse de que en el futuro el whisky pueda viajar a otras partes de la galaxia. Se trata del Space Glass, un prototipo diseñado y probado en micro gravedad en la ZARM Drop Tower, en Alemania, que permite beber whisky y mantenerlo en condiciones óptimas en el espacio.
Es un vaso de vidrio con una base convexa integrada con un espiral y una placa de oro, las cuales crean tensión superficial para que el whisky permanezca en el fondo del vaso.
Allí está conectada una hélice y un pequeño canal que corre por el lado del vaso para llevar el líquido hasta la boquilla hecha de oro rosado.
Otra boquilla ubicada en la parte inferior del vaso, y a través de una válvula unidireccional situada en la base del vidrio, resuelve el problema de servir el líquido en condiciones de micro gravedad. Esto permite que el whisky fluya perfectamente desde la botella al vaso sin derramar una gota.
«Este vaso no es únicamente innovador, sino que también está diseñado para seguir al pie de la letra el ritual del whisky y su forma de beberlo», aseguró Peter Moore, director global de marca de Ballantine’s.
EC
Con información de El Universal.
