El Sumario – El mal olor de nuestro perro es algo que resulta desagradable para nosotros y para las demás personas, lo que hace que se sienta triste al reducir nuestro tiempo de juego él. Ese hedor puede deberse a sucio, humedad, infecciones en la piel o el sudor, pero antes de recurrir a un veterinario, trata de seguir estos consejos:
- Cepíllalo frecuentemente: esto puede eliminar el pelo muerto y reducir la suciedad que se ha adherido al cuero cabelludo de nuestro amigo. También, si tu perro es muy peludo, trata de deshacer la mayor cantidad de nudos posibles, pues es allí donde más suciedad se acumula.
- No lo bañes de más: cuando huele mal, lo primero que pensamos es bañar a nuestro perro. Sin embargo, lavar con mucha frecuencia su cuero cabelludo puede hacer que pierda la grasa natural que lo protege de su entorno, haciendo que su pelo se debilite y que huela aun peor. Si tu perro tiene el pelo corto, báñalo cada mes y medio, y si tu perro es de cabello largo, con una vez al mes será suficiente.
- Secar también es importante: podemos aplicarnos para bañar a nuestro perro y dedicarle horas de nuestro tiempo, pero si nos olvidamos de secarlo bien también terminará teniendo mal olor. Con un secador automático puedes olvidarte de ese problema y si puedes perfumarlo, mucho mejor.
- Limpia su boca y oídos: allí también se acumula mucho sucio y tendemos a olvidarlo. Con una gasa esterilizada, limpia los oídos de tu perro sin aplicar mucha presión o introducir el dedo en exceso. Luego, puedes cepillar sus dientes con un cepillo regular, utilizando preferentemente una pasta dental especial para perros.
Miguel Rivero
Con información de Experto Animal.
