
El Sumario – El oficio de disc-jockey (también llamado DJ o deejay), disyóquey o pinchadiscos, es cuna de celebridades en el mundo y hasta materia de estudio. Su desempeño profesional implica influir en los estados de ánimo de las personas y es además una tendencia y referencia utilizada cada vez con más frecuencia para ambientar, para crear atmósferas. Hoy compartimos con nuestros lectores y usuarios este interesante contenido e interacción con el venezolano Pedro Ávila Aka / DJ Pedro Navaja, quien sin lugar a dudas sabe cómo estimularnos, y muy bien, a mover el esqueleto y sentirnos mejor.
«Al comienzo como DJ residente descubrí y entendí que la verdadera tarea estaba más allá de mantener la pista llena poniendo un disco tras otro, había que leer las emociones de la gente, anticipar sus movimientos y construir un viaje sonoro que los hiciera sentir parte de algo más grande. Esa fue mi primera lección: un DJ no es un simple operador de música, es un arquitecto de atmósferas».
-Con el tiempo comprendí que cada ciudad me ofrecía un laboratorio distinto. En Maracaibo, la energía juvenil y la efervescencia de la movida nocturna me enseñaron a ser versátil. Allí aprendí a mezclar lo urbano con lo electrónico, pasar de un reguetón intenso a un house vibrante sin perder la conexión con el público. Era un ejercicio constante de adaptación, comprender que la música no es estática, sino un lenguaje vivo que cambia con cada generación.
«Cuando llegué a Miami, el reto fue distinto. La ciudad respira diversidad: latinos de todas partes, turistas, locales con influencias globales. Ser DJ en ese contexto significaba diseñar experiencias que hablaran varios idiomas al mismo tiempo. No bastaba con dominar un género; había que crear puentes entre culturas. En un mismo set podía pasar del dembow dominicano a un remix electrónico europeo, y lo que parecía un choque se convertía en un punto de encuentro. Esa etapa me enseñó que el DJ es también un traductor cultural, alguien que toma sonidos de distintos orígenes y los convierte en un relato común».
-Más tarde, en Houston, la experiencia adquirió otra dimensión. Allí lancé Invasión Perreo, un concepto que no solo era fiesta, sino un espacio de identidad para la comunidad latina, donde la música podía ser un significativo acto de pertenencia, una forma de decir ´aquí estamos´ en medio de una ciudad genuinamente multicultural. El DJ, en ese sentido, se convertía en un curador de memorias colectivas: cada canción evocaba y evoca un recuerdo, cada beat se conecta con una historia personal. Lo que sucede en la pista de baile no es casualidad; es una suma de emociones individuales que se transforman en una experiencia compartida.
La música tiene el poder de unir generaciones y transformar un instante en un recuerdo eterno, comparte Pedro Ávila Aka / DJ Pedro Navaja
«Hoy, después de varios años, casi dos décadas en este camino, veo con claridad que el rol del DJ ha evolucionado. Ya no somos simples selectores de música. Somos diseñadores de experiencias, arquitectos de la noche, responsables de crear un espacio donde las diferencias se diluyen y lo único que importa es el pulso de la música. Nuestro trabajo no termina en la cabina, comienza en la investigación de nuevos sonidos y se extiende en la observación de tendencias culturales, en la sensibilidad para entender qué necesita un público determinado en un momento específico».
-La música tiene el poder de unir generaciones. He presenciado a padres e hijos bailando juntos en un mismo set, conectados por un clásico que trasciende el tiempo. He visto a desconocidos abrazarse en medio de un coro colectivo, como si se conocieran de toda la vida. Esos instantes me confirman que el DJ no solo mezcla canciones, mezcla memorias, emociones y culturas.
«Ser DJ (disc-jockey) es asumir la responsabilidad de guiar a una multitud a través de un viaje emocional. Es entender que cada transición puede ser un puente, que cada silencio puede ser tan poderoso como un drop, y que cada beat tiene la capacidad de transformar un instante en un recuerdo eterno».
-Por eso, cuando me preguntan qué significa ser DJ hoy, respondo con convicción, significa ser un arquitecto cultural. Significa diseñar experiencias que trascienden la música y se convierten en parte de la memoria colectiva de quienes estuvieron allí. Y esa, para mí, es la verdadera esencia de este oficio.
Datos acerca de DJ Pedro Navaja, autor de estos conceptos

Pedro Ávila Aka / DJ Pedro Navaja acumula bastante más de una década de trayectoria que inició en 2005 como DJ residente en el icónico Rastabar de Maracaibo, Venezuela, donde se consolidó como figura clave de la movida nocturna local y participó en importantes eventos y festivales respaldados por marcas reconocidas.
En 2018, tras más de una década de éxitos, fue galardonado con el Premio Mara de Oro Internacional, distinción que celebró sus 12 años de carrera en la escena musical nacional e internacional. Ese mismo año se trasladó a Miami, donde firmó con la productora MAG Miami, se integró a la vibrante vida nocturna de la ciudad, desempeñándose como DJ residente en el club La Otra.
Redes @djpedronavaja
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