Por primera vez, investigadores identificaron una región del cerebro cuya evaluación podría ayudar a identificar la enfermedad
Por primera vez, investigadores identificaron una región del cerebro cuya evaluación podría ayudar a identificar la enfermedad

Un estudio realizado en Argentina demostró que la atrofia temprana en los ganglios de la estructura cerebral que primero se afecta en el Parkinson, se vincula con alteraciones en las redes corticales asociadas al lenguaje de acción.

Esto quiere decir que «existe una conexión directa entre la afectación motora y los déficits no motores, los cuales podrían ser detectados, caracterizados y tratados tempranamente», señaló el doctor Agustín Ibañez, investigador del CONICET y director del Laboratorio de Psicología Experimental y Neurociencias de INECO, en Buenos Aires.

El trabajo publicado en «Scientific Reports», se basa en el concepto de «embodied cognition», es decir, que las acciones y las estructuras cerebrales motoras están asociadas al lenguaje de acción. Por ejemplo, cuando se piensa o se escucha la palabra «saltar», se activa la corteza motora como si saltáramos y ello facilita la comprensión lingüística.

Las implicaciones clínicas y teóricas del hallazgo también podrían ser extrapoladas a otras patologías que implican daños en los ganglios basales, como el Huntington. Y también en otras enfermedades motoras, como la esclerosis lateral amiotrófica, la ataxia o la degeneración corticobasal.

EC

Con información de agencias.

Fotografía Gettyimages.