Es capaz de almacenar grandes cantidades de información para comprender la profundidad del lenguaje humano

El contexto es determinante para entender el lenguaje. El significado de cada palabra está condicionado por él. A partir de esta idea, un grupo de emprendedores españoles ha creado iMind Technology, un subproducto apadrinado por la empresa tecnológica Full on Net, que durante ocho años ha trabajado en un programa informático sobre inteligencia artificial.

Su producto es, según sus fundadores, “un cerebro artificial sin consciencia que permite a la máquina ir aprendiendo a medida que se interactúa con ella”. El Banco Santander y Vodafone han adoptado esta herramienta, capaz de procesar el lenguaje e interpretar lo que una persona quiere decir, y que se anuncia como un asistente para realizar ventas, un sustituto de un centro de atención telefónica o un programa para el servicio interno de cualquier compañía.

“Es una herramienta enfocada a cómo pensamos las personas, intenta amoldarse a nuestros mecanismos psicológicos (…). Esa mente artificial interactúa con los clientes y los entiende. Comprende su situación emocional. Se diferencia de Siri –el asistente de Apple– en que esta solo entiende el idioma, no el sentido de las frases”, señala David Martínez,  uno de los creadores, quien es ingeniero informático.

Su director, Ramón J. Fonte, psicólogo de profesión, cree que esa tecnología “puede ayudar tanto a las organizaciones como a las personas”. Pone como ejemplo una empresa que venda mil referencias de productos. Semantics, su software, se informa sobre todas ellas y aprende a asesorar al cliente que busca un producto concreto.

Una de las características del invento es que incorpora un análisis de sentimientos por medio de la biometría de la voz, lo que abre las puertas al procesamiento de aspectos típicamente humanos, como la ironía o el sarcasmo. También recuerda las distintas voces, lo que le ayuda a mejorar la interac­ción gracias a que almacena experiencias previas. Pero no necesita ser entrenado por una voz concreta, como algunos GPS: su índice de acierto es independiente del hablante gracias a una serie de algoritmos que extrapolan las características de cualquier voz y establecen un patrón general.

Semantics se alimenta de los datos de la empresa, pero también es capaz de leer otro tipo de información heterogénea contenida en blogs, redes sociales o videos. “Puede organizar toda esa información y alinearla con el objetivo que tenga una compañía. La calidad de los datos es su punto fuerte”, asegura Fonte. “Está orientada al big data, así que cuanto más contenido existe en el sistema, más eficaz resulta”.

Los emprendedores, residenciados en Madrid, quieren hacer que 2016 sea el verdadero año de lanzamiento, aunque llevan tres comercializando el software. No se han planteado vender la empresa: “Nos interesa desarrollarla, esa es nuestra principal preocupación”. Su reto comercial es llegar a grandes clientes internacionales, compitiendo con tecnológicas como Facebook, Google o IBM.

LS

Con información de El País.

Fotografía Gettyimages.