El Sumario – El trigo y la Naturaleza han sido el hilo conductor de la colección de Alta Costura que Chanel presentó en París, la última antes de que el nuevo director creativo, Mathieu Blazy, presente sus ideas en el de octubre.
En el complejo del Grand Palais, uno de los grandes monumentos de la ciudad del Sena, y en concreto en su Salón de Honor, frente a los Campos Elíseos, se ha desplegado en dos pases la colección otoño-invierno 2025-25 de la ‘maison’ de la doble C.
En un gran espacio enmoquetado, con largos cortinones y kilométricos sofás que reproducían los del apartamento de la fundadora de la mítica firma en la calle Cambon, se han mostrado 46 conjuntos, contando el de novia, que ha cerrado como de costumbre. En este caso, la ‘novia’ portaba en su mano derecha un ramo de dorado trigo.
Los vestidos, los largos abrigos y las faldas, un buen número de ellas hasta el tobillo, han acaparado la mayor atención.
Además de los vestidos, no han faltado los conjuntos de chaqueta y falda en ‘tweed’, el material estrella de la casa, los pantalones anchos, y hasta la capa, en este caso negra. Un Chanel muy joven y que homenajeaba a la campiña.
Colección del Estudio Chanel
Los guiños al universo del trigo han sido notables, sobre todo en partes de las prendas. Como ejemplo, los bajos de los puños de un largo abrigo, que se ha visto al comienzo. Flecos que eran una constante, transmitiendo un aire de ligereza y exquisitez en la construcción de las prendas.
Esta última colección del Estudio Chanel, y que se muestra dentro de la celebración de los 110 años de la Alta Costura en el seno de la firma, ha sido una transición de lo más coherente tras la etapa Virginie Viard, a cargo de las colecciones de 2019 al 2024, y la que llegará en octubre, con la primera colección de Mathieu Blazy, el nuevo director creativo.
La paleta de colores ha sido coherente con la estación de otoño-invierno: cremas, marrones, verdes, dorados, blanco y negro, y por supuesto, el beige. Nada de colores vivos. Estarían fuera de lugar.
Sedas, tules, mohair y plumas se han combinado con maestría y de modo contemporáneo, sin ataduras a formas del pasado. Los brillos también han estado nuevamente presentes, así como el plisado, las superposiciones, y por supuesto los bordados.
Una edición más, en el desfile de Alta Costura de la famosa casa ha habido una ausencia de bolsos, y en este terreno de los accesorios, han sobresalido las botas altas, por su gran presencia.
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El Sumario
Con información de EFE Servicios y redes sociales
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