Lola Lik contiene estudios de arte, potencia startups y aloja a mil refugiados

El Sumario – Una cosa creada para un mismo fin puede funcionar distinto en diversos lugares del mundo, por ejemplo las cárceles, generalmente son catalogadas como lugares hostiles. Sin embargo, en Ámsterdam una prisión se convirtió en un centro creativo, lleno de color y vida.

Resulta que la tasa de criminalidad en los Países Bajos es una de las más bajas de todo mundo. Por ello, durante los últimos 20 años han cerrado algunas de sus cárceles por falta de presos.

Un caso particular, es “La Bijlmerbajes”, uno de los complejos penitenciarios más famosos de Ámsterdam que fue cerrado el año pasado, para convertirlo en Lola Lik, un centro creativo para startups, estudios de arte y oficinas de casi 10.000 metros cuadrados.

Lola Lik también aloja a 1000 refugiados de Siria, Eritrea, Irak y Afganistán, realizando una labor humanitaria muy importante.

Como si fuera poco, el espacio genera oportunidades para ofrecer ayuda a aquellos que requieran encontrar empleo, recibir educación y potenciar la creatividad.

Yisneidy Pérez

Con información de Conéctica