Para algunos, el vino tiene mayores beneficios que la cerveza. Te sorprenderá saber que ambas bebidas no son tan diferentes

Al margen de dejarnos llevar por el gusto que el vino o la cerveza le dan al paladar, consumir estas bebidas conllevan efectos intrínsecos en la salud. Mack Mitchell, del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, buscó responder las preguntas más populares con un estudio, del que se ha hecho eco BBC Future en el que pidió a un grupo de 15 hombres que tomaran ciertas bebidas en diferentes días.

El investigador se aseguró que el contenido alcohólico fuera proporcional al peso corporal de cada uno de ellos y que bebieran al mismo ritmo durante 20 minutos. Del estudio se desprende que otros licores entraron al torrente sanguíneo más rápidamente, seguido del vino que lo hizo 54 minutos después y la cerveza que hizo su efecto en sangre a los 62 minutos tras terminar de beberla.

Otro dato curioso es cómo afectan la cerveza y el vino a la ganancia de peso. Los autores del estudio revisaron varios trabajos en torno a este tema concluyendo que cuando se consumen de forma moderada la diferencia en este sentido parece ser mínima, además de no producirse una ganancia de peso a corto plazo.

En cuanto al tema de la resaca los investigadores no han llegado a ninguna conclusión clara, un tema que interesa y mucho a la mayoría de consumidores. Al parecer los congéneres, unas moléculas orgánicas que le dan a cada bebida su sabor y aroma únicos, son las responsables del efecto «resaca» provocando dolores de cabeza y náuseas que suelen aparecer al día siguiente. En general, se cree que las bebidas oscuras tienen más concentración de estas moléculas pero hasta el momento no hay datos que puedan establecer una diferencia clara. En cuanto al vino y la cerveza los efectos son muy parecidos.

A la pregunta de cuál es mejor para la salud, la respuesta radica en los polifenoles, sustancia que se encuentra en gran concentración en el vino tinto y que tiene efectos beneficiosos para la salud cardiovascular. La cerveza contiene polifenoles pero en concentraciones menores y más parecidas a las del vino blanco. En este sentido el vino tinto por tanto se lleva el premio al más saludable.

Si comparamos todos los datos recogidos podríamos concluir que el vino ofrece beneficios más destacados para la salud en general, pero seguro que pAra muchos este no es un argumento suficiente para dejar de saborear una cerveza.

KYL

Con información de El País.

Fotografía Gettyimages.