La imaginación es la fuente de las grandes obras. Así lo demuestra Sebastián Noguera, un joven venezolano de 28 años que a los 15 pensó en una serie animada, que finalmente se materializó en 2014. El sueño de Robinson es una apuesta por mejorar la calidad visual y temática de la televisión venezolana.

En un país donde la industria de animación 3D no existe, Sebastián tomó el riesgo y eliminó todo pensamiento negativo. Fue así como decidió, después de presentar El sueño de Robinson como su tesis de grado, inscribir el proyecto en un concurso del Minci en 2012. Ganó el concurso y de allí obtuvo los fondos para realizar el piloto de la serie.

Más tarde, consiguió parte del financiamiento con el fondo de Responsabilidad Social en Radio y Televisión para hacer el seriado. Ese dinero le sirvió para darle rumbo al proyecto. Sin embargo, más adelante él y su equipo debieron terminarlo trabajando por amor al arte, debido a la situación económica del país.

Sebastián logró hacer realidad su sueño: ver su serie animada 3D transmitiéndose por televisión. Actualmente, El sueño de Robinson se puede ver por el canal nacional ConCienciaTV todos los miércoles a las 4:00 p.m. Grandes y pequeños pueden disfrutar de un programa divertido, de corte educativo, que le enseñará a los niños el valor de cuidar el planeta, la importancia del ahorro energético y del uso correcto de los recursos.

El programa cuenta las aventuras de Robinson, un joven de 16 años que en cada episodio construye artefactos y juguetes que ayudan a preservar el planeta. Para lograrlo cuenta con el apoyo de cinco herramientas: Tillo, Déstor, Nela, Rucho, Licate, y una sofisticada computadora llamada Silvia.

Difícil no significa imposible

Dos devaluaciones pudieron ser la piedra de tranca que frenara el avance de la producción. Sin embargo, Sebastián siguió adelante. Su pasión por su idea lo impulsó a perseverar y a evitar comentarios negativos que pudieron haber hecho que abandonara el proyecto.

En Venezuela no existe una industria de animación 3D, pero él decidió ponerle toda la energía positiva a su proyecto. Sebastián comenta que la recepción de la serie ha sido buena, incluso entre profesionales dedicados a esa área de la producción audiovisual.

Junto a José Luis Noguera, Ana González, José Manuel Moreno, Omar Proenza Espinoza, Karel López, Lileana Chacón, Samuel Garnica, Jesús Nunes, Héctor José Isturde, Freddy Barrios, Nedgardo Otero Contreras, Gabriel Pérez Capote, Andrea Vivas Alvarado, Fernando Toussaint, Franklin Zambrano, Arturo Noguera y Ernesto Stifano, logró terminar la primera temporada de la serie. Durante 21 meses, el equipo trabajó duro para tener un producto de calidad: 12 capítulos de 12 minutos aproximadamente.

Sebastián opina que, de repetir el proyecto, le gustaría contar con un equipo de producción más grande que permita delegar de forma correcta las tareas. Y si tuviera que quitarle algo, no sería nada (salvo las dos devaluaciones), pues los errores son los que hacen crecer al equipo y a las personas.

¿Habrá una segunda temporada?

Sólo el tiempo lo dirá. Sebastián espera que sí. Por ser un proyecto a largo plazo que necesita de una planificación económica muy rigurosa, la producción actualmente se encuentra paralizada. Ahora él espera conseguir financiamiento para seguir soñando, haciendo realidad sus ideas y ayudar a educar a los niños a través de una televisión responsable.

Apuesta por la televisión venezolana

Sebastián insiste que, en Venezuela sí se puede hacer animación y televisión de calidad. Y aunque respeta que cada quien elija la temática que quiera para hacer un programa de televisión, piensa que es importante aumentar los programas de valor educativo con calidad visual.

Uno hace la televisión que uno quiere ver”, dice Sebastián. Considera que la televisión venezolana ha decaído, y que su serie fue pensada como un aporte para la sociedad y para la industria televisiva del país, con calidad de exportación.

Y aunque sean temáticas universales las que deban tratarse en una obra audiovisual para que ésta pueda entenderse en cualquier país al que sea exportado, siempre hay que mantener la esencia de la cultura venezolana. En la medida que más obras salgan a otros países, retornarán más ingresos que permitirán el desarrollo de la industria audiovisual.

Así como ha crecido el cine venezolano, la televisión también puede hacerlo. Sólo hay que trabajar por ello.

Para ahondar en cómo fue la producción de la serie puede ver el detrás de cámaras.

Eimy Cauterucce

Fotografías y video cortesía Sebastián Noguera.

Sebastián Noguera, creador de la serie animada 3D venezolana "El sueño de Robinson"
Sebastián Noguera, creador de la serie animada 3D venezolana «El sueño de Robinson».