Renacer el romanticismo de la pastelería artesanal en la aprobación de los comensales fue el secreto para avanzar en una coyuntura laboral
Instalaciones pastelería Mama Framboise

Humberto Sánchez es un economista, matemático y consultor, de nacionalidad venezolana que abrió su primera pastelería en España, cuando solo tenía en mente emprender un negocio relacionado con la gastronomía, una de sus mayores pasiones.

Tras conocer a uno de los pasteleros más prestigiosos del país, Alejandro Montes, la idea de abrir un negocio nació luego de entablar una buena relación amistosa. El pequeño lugar de 130 metros cuadrados, en el barrio de Chueca, se llamó Mamá Framboise.

Luego de cumplir su formación académica en la Universidad de Georgetown, y alimentar su experiencia laboral en México y Miami, Sánchez inició su pequeño negocio con la visión de establecer una pastelería de calidad artesanal procurando que sus productos llegaran a tener la misma calidad que los del libro Cinco Cuartos de Naranja, donde el protagonista evoca los postres de su infancia.

El local abrió sus puertas por primera vez en julio de 2011, cuando en España 100 mil trabajadores perdían su empleo cada mes. No obstante, la perseverancia y el enfoque le ayudaron a crecer rápidamente. El primer Mamá Framboise tuvo que cerrar a los dos meses de su apertura, pero no por haber fracasado, sino por la gran demanda que tenían sus productos.

El venezolano explicó que “las colas eran interminables. Había hasta 40 personas en la calle esperando para entrar incluso los días de lluvia y frío». En ese sentido, aseguró que aprovechar una oportunidad donde las pastelerías especializadas dieron paso a las tiendas gourmet, donde prácticamente había desaparecido «el romanticismo de la pastelería«, incluyendo factores como la dedicación en la preparación y sentir la satisfacción de un buen resultado en la aprobación de sus comensales, fue el secreto para avanzar.

La enorme demanda obligó a los empresarios a construir más estructuras destinadas a equipos especializados que permitieran la preparación óptima de los postres y hasta una sala de recreación para los empleados. La ampliación trajo consigo la inauguración de otras cuatro tiendas y su expansión continúa por todo el país. Su éxito ha logrado que chefs de la alta cocina en Madrid pidan colaboración para la realización de los postres.

Actualmente, el grupo empresarial Mamá Fambiose cuenta con 69 empleados, 13 de ellos venezolanos de alta formación. Además, la incorporación a la empresa de cátering Circus, una iniciativa caraqueña, está muy próxima.

Natasha Guevara

Con información de konzapata.