El pasado martes, la Agencia Alimentaria de Estados Unidos (FDA) anunció que de forma paulatina, de aquí a tres años, irá prohibiendo el uso de grasas artificiales “trans”.

Las grasas “trans”, responsables del coloquialmente denominado colesterol “malo”, irán desapareciendo de los alimentos procesados casi en su totalidad, como una medida que pretende reducir las enfermedades coronarias y la obesidad en Estados Unidos.

Las grasas “trans” se producen inyectando hidrógeno a aceites vegetales y son consideradas incluso más perjudiciales que los ácidos grasos saturados.

Estados Unidos, un país con conocidos problemas de obesidad y cardiovasculares, agradecerá una medida de este tipo.

LS

Con información de El Estímulo

Fotografía Gettyimages