Kim Kardashian y el rapero Kanye West, decidieron llamar a su segundo hijo Saint por ser “una bendición”, luego de los problemas que tuvieron para concebirlo y el complicado embarazo que tuvo que enfrentar Kim.
Como ya había sucedido con su hija North, Kim sufrió de placenta accreta, que ocurre cuando ésta se adhiere demasiado a la pared uterina. Debido a los problemas que sufrió durante su primer embarazo, el médico informó que podría someterse a una histerectomía tras dar a luz a su segundo hijo.
En su página web, Kardashian explicó que el riesgo de sufrir preeclampsia y placenta accreta era más alto debido a los problemas que había tenido anteriormente, y «no hay mucho que pueda hacer al respecto», por lo que su ansiedad habría aumentado a medida que se acercaba el momento del parto.
NG
Con información de E!.
Fotografía REUTERS/Lucas Jackson.