El gato es un animal que tiene más dificultades que el perro para eliminar las toxinas a través de su hígado. Ciertos mitos fomentan errores con respecto a su alimentación, muchas personas no saben que el consumo excesivo de vísceras destruye la vitamina B1, provocandoles parálisis o rigidez muscular (denominada parálisis de Chastek).

Otro peligro para el gato que consume pescado son las espinas, que le pueden producir perforaciones en el esófago y obstrucciones intestinales. Además, conviene recordar que el pescado crudo contiene un parásito llamado anisakis que puede provocar en el minino molestias estomacales.

Si tu mascota es intolerante a la lactosa puede sufrir de diarreas prolongadas al ingerir leche; Otro alimento que puede afectar su salud es la cebolla, ya que contienen tiosulfato, un componente que provoca la destrucción de los glóbulos rojos, lo que también se conoce como anemia hemolítica.

Sal y azúcar en exceso pueden provocar en el gato problemas gastrointestinales

Los felinos carecen de la capacidad para eliminar sustancias tóxicas que se acumulan en su hígado y si consumen componentes excitantes como el chocolate, el café o el alcohol, alteran su sistema nervioso por completo.

JVC 

Con informacion de Consumer.