Este viernes se estrena en el Museo Van Gogh de Ámsterdam la exposición «Munch: Van Gogh», un despliegue artístico a 125 años del fallecimiento del emblemático Vincent van Gogh. La muestra organizada en conjunto con el Museo de Munch de Oslo recopila más de un centenar de obras, en donde conviven piezas del homenajeado y del noruego Edvard Munch.

Las estrellas de la exhibición serán «El grito» de Munch del noruego y «La noche estrellada sobre el Ródano» de Vincent van Gogh.

Aunque inicialmente parecen artistas completamente diferentes a pesar de coincidir en el año de su invención, pero lo cierto es que ambos son considerados grandes exponentes del arte moderno y más allá de eso la directora del museo, Axel Rüger, asegura que los une una “afinidad expiritula” tangible en su legado humano y artístico.

Normalmente pasa mucho tiempo entre el nacimiento de un prodigio y otro, pero 1880 vio nacer a dos  mentes brillantes del arte  Edvard Munch y Vincent van Gogh. El lenguaje artístico de cada uno se construyó hacia caminos y enfoques diferentes que ahora el Museo Van Gogh desea reencontrar, destacando lo curioso de sus historias inmersas en pinceladas y composiciones.

El amor, el sufrimiento, el miedo y  la vida, fueron las cosas primordiales que ambos artistas de forma reflexiva intentaron explicar con su trabajo. La pasión por un trabajo los unió y concepciones los separaron, jamás se conocieron en persona estado tan cerca, pero para Munch la inesperada muerte de Van Gohh significó un motor inspirador para mantener viva su llama artística por mucho más tiempo.

Juntos pero dispersos hicieron del arte un placer que vale la pena revivir.

YR

Con información de DPA.