Se podrá jugar con la percepción auditiva de la distancia en auditorios y teatros. El proyecto está inspirado en la escultura Órgano

Al igual que existen lentes que pueden amplificar, dividir o crear otros efectos con la luz, algo similar se puede hacer con el sonido. Así lo demuestra un trabajo de científicos de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), quienes, en conjunto con un compositor, y parcialmente inspirados por una escultura, describieron el sistema que podría ser integrado en obras musicales, en teatro y en otras aplicaciones.

«Funciona como un instrumento musical que puede mejorar la acústica», resumió el líder del trabajo, el doctor Manuel Eguía, director del Laboratorio de Acústica y Percepción Sonora (LAPSo) de la UNQ e investigador del CONICET.

El proyecto, publicado en la destacada revista científica PLoS ONE, está en parte inspirado en una escultura de 1977, Órgano, del artista español Eusebio Sempere (1923-1985). Consiste en un sistema hecho de un cristal sónico compuesto de 70 tubos de policloruro de vinilo (PVC), cada uno de dos metros de alto y 16 centímetros de diámetro. «Mediante un sistema de pedales se puede cambiar la posición de los tubos y desplazar así la posición aparente de las fuentes de sonido», señaló Eguía.

A través de la manipulación de los componentes del cristal sónico, indicó el científico, una persona localizada lejos del parlante siente que el sonido se emite cerca del oído. O puede creer que el sonido proviene de arriba, de abajo, por izquierda o por derecha, cuando en realidad su origen es distinto. «En definitiva, jugamos con la percepción auditiva de la distancia», indicó.

Para que los cristales sónicos funcionen, es importante diseñar una arquitectura apropiada del auditorio que permita su interacción con el sistema y los parlantes, advirtió Eguía. En el trabajo, los investigadores determinaron la percepción espacial del sonido que experimenta cada oyente de acuerdo a su posición en una sala.

Eguía y su equipo –integrado por Ignacio Spiousas, Pablo Etchemendy, Ramiro Vergara y Esteban Calcagno– están desarrollando este sistema junto al pianista y compositor argentino Oscar Edelstein, quien viene trabajando la problemática del espacio acústico desde hace dos décadas y cuyas ideas generadas desde lo musical también sirvieron de inspiración para este proyecto científico.

LS

Con información de Yahoo! Noticias.