Iniciarse en la práctica de la meditación no es fácil, pero con paciencia y perseverancia se puede llegar a ver los resultados. Meditar calma tu mente y te hace sentir más centrado en el presente, logrando que seas más productivo y feliz en tu vida diaria.
No es necesario tener una guía espiritual para aprender a enfocar tu mente, solo debes seguir algunos simples consejos para ver los beneficios.
- Conviértelo en un hábito: pon un recordatorio diario para que no se te olvide.
- Empieza pequeño: no es cierto cuando te dicen que meditar no funciona si lo haces por menos de media hora. Comienza tu practica con cinco minutos y aumenta hasta que encuentres la duración adecuada para ti.
- Cuida tu momento: medita cuando sepas que nadie te va a distraer. Recuerda que es algo solo para ti y tu salud.
- Estírate: ejercicios de estiramiento leve aflojan los músculos tensos que podrían incomodarte si vas a estar sentado sin moverte. Además, ayuda a que te concentres en tu interior.
- Busca una posición cómoda: para algunos es incómodo sentarse con la espalda completamente recta por largos periodos de tiempo. Si acostarte es más cómodo, pruébalo.
- Dale una intención: piensa en lo que quieras ganar en cada sesión: amor, claridad, relajación, felicidad, etc.
- Concéntrate en tu respiración: inhala profundo y bota el aire lentamente contando hasta cinco.
- ¡No te estreses!: es normal perder la atención cuando no estás acostumbrado a meditar. Si sientes que te frustras porque empiezas a pensar en que cosas innecesarias, vuelve a concentrarte en tu respiración.
- Da las gracias: al final de cada sesión agradece y aprecia el hecho de haber comenzado una nueva etapa de tu vida.
- Está presente: aunque no sea tu momento de meditación, intenta estar en el presente sin preocuparte por cosas a futuro o del pasado.
Recuerda siempre las palabras de Buda: «La paz viene de adentro, no la busques fuera».
AG
Con información de The Huffington Post.