Existen muchas formas de rebeldía. A lo largo de la historia, llevarle la contraria a las costumbres sociales ha sido una marca distintiva en algunas personas exitosas. Es el caso de Shridhar Chillal, cuyas largas uñas representan el tamaño de sus convicciones: desde 1952 se ha resistido a los cortaúñas.
Chillal, oriundo de India, ya tiene 78 años y aparece en el nuevo Libro Mundial de Récord Guinness, edición 2016.
Su peculiar récord comenzó a fraguarse en la infancia, cuando junto a otros niños recibió una paliza de un maestro, luego de que le partieron una uña. «Le preguntamos por qué nos había golpeado tanto por solo romperle la uña. Dijo que a menos que nos dejáramos las uñas largas nunca entenderíamos el tipo de atención que se requiere para no romperlas”. Chillal tomó esas palabras como un reto y se dejó crecer las uñas de la mano izquierda, que ahora tienen una longitud de 909,6 centímetros.
La uña del pulgar tiene dos metros de largo, la del dedo medio 186,6 cm, la del dedo anular 181,6 cm, la del meñique 179,1 cm y la del dedo índice 164,5.
Pero esa peculiar hazaña le ha traído varios obstáculos en la vida, en particular a la hora de encontrar pareja.
Cuando intentó casarse, ninguna chica quiso estar con él, a pesar de que estuvo mirando entre diez y 12 candidatas: “Si la chica accedía a casarse, sus padres decían que yo la estrangularía y se negaban. Si los padres estaban de acuerdo, la chica decía que no se casaría con una persona tan sucia”.
Afortunadamente logró su sueño de llegar al matrimonio: con 29 años se casó con la cuñada de su hermano.
Pero ese no fue el único problema que enfrentó: “En un principio, las dificultades aparecieron por todas partes en mi vida diaria. A mi familia realmente no le gustaba, nadie lavaba mi ropa y me la tuve que lavar a mano. Encontrar un trabajo también fue difícil, ya que nadie estaba dispuesto a emplearme”.
Tras 62 años dejándose crecer las uñas y luego de cumplir su meta máxima de vida, entrar al libro de los Guinness, Chillal cree que ya es hora de acabar con tanta extravagancia: “Ahora que tengo 78 años de edad, mis uñas están mucho más delicadas debido la edad, así que mi deseo es preservarlas en un museo”. Sin embargo, dijo que no revelará aún cuándo se las cortará, ni a qué museo las entregará.
LS
Con información de Yahoo! Noticias.