El Sumario – Contraria a la creencia común, existen algunas sustancias tóxicas que aunque pueden ser mortales, son asociadas como tratamiento contra enfermedades, si son elaboradas en ciertas dosis. La biomedicina se ha encargado de establecer qué clase de veneno de animal puede combatir enfermedades como el cáncer, el dolor e incluso el alzhéimer. Estos son cuatro animales cuyo veneno funciona como tratamiento en caso de determinada enfermedad.

Culebras para combatir el alzhéimer

Llegado a cierto punto, el cerebro comienza a acumular proteínas beta-amiloides, por lo que el único desenlace posible es que la persona desarrolle la enfermedad del olvido. Conseguir un tratamiento para cuando se sospecha de la enfermedad o empiezan a manifestarse síntomas era una de las ideas más ambiciosas de los científicos. Resulta que la víbora de Russell, «Daboia russellii» o «la que acecha» tiene entre las moléculas de su potente veneno una capaz de romper la proteína beta-amiloide en fragmentos no dañinos. Si la aplicación de este veneno procesado clínicamente funciona, esta enfermedad tendría los días contados.

Arañas contra la distrofia muscular

La distrofia muscular de Duchenne es un trastorno genético que hace que los músculos se deterioren progresivamente. En la búsqueda de acabar con esta enfermedad, investigadores de la Universidad de Búfalo, en Estados Unidos trabajan con una sustancia que podría poner remedio a este mal: el veneno de la araña pollito o tarántula rosa chilena, Grammostola rosea.

Entre las proteínas que contiene han encontrado una, la GsMTx4, que evita el deterioro de las células musculares. Lo hace regulando la apertura de los canales iónicos mecanosensibles localizados en la membrana celular. Usada en seres humanos, la GsMTx4 podría poner freno a la enfermedad. Aunque no supondría la curación de la distrofia, sí frenaría la degeneración de los músculos, lo que aumentaría la movilidad de los niños y evitaría tanto la silla de ruedas como una muerte precoz.

Caracol marino como analgésico

Las toxinas presentes en el organismo del caracol marino, que le permiten inmovilizar a los peces para comérselos captaron el interés de los expertos de la medicina hace algún tiempo, debido a que cuentan con la capacidad de modificar la transmisión de señales entre las neuronas de forma selectiva. Esa sustancia, utilizada en mínimas cantidades, podría resultar demasiado útil para mitigar el dolor. Su efecto analgésico es 100 veces más potente que la morfina, y cuenta con la ventaja de que no crean adicción y apenas presentan efectos secundarios. Expertos incluso plantean la teoría de que si se convirtiera en medicamentos, estos servirían también parar tratar el párkinson, la depresión, la esquizofrenia o la adicción al tabaco.

Alacrán contra las bacterias

Los científicos siempre han tenido presente el veneno de los alacranes basados en la forma en la que las víctimas de estos reaccionan al mismo. Usando las moléculas peptídicas de su ponzoña han conseguido destruir bacterias en heridas infectadas, lo que los convierte en una posible alternativa a los antimicrobianos. Investigadores de China comprobaron que el uso de los péptidos mataban a los microbios actuando como granadas: las proteínas del veneno cubrían los gérmenes con decenas de microesferas que, tras adherirse a sus paredes, hacían que estallara el microorganismo.

¿Ya sabías de estos «remedios» no tan comunes?

Ninoska Moncada / @ninoskamci

Con información de Muy Interesante