El primer accidente deja una inseguridad a veces más duradera que cualquier cicatriz, pero sí es posible recuperarse

Basta un segundo de distracción: la moto pierde adherencia y patina, el pulso se acelera, el corazón parece salirse del pecho. Aunque sólo provoque un rasguño, la persona que sufrió el incidente puede quedar con temor a que se repita.

Por lo general, la respuesta más inmediata a «¿es posible recuperarse del todo?» es afirmativa, pero los expertos matizan que, para volver a conducir con plena confianza y sin la sensación de riesgo constante que deja un desliz, un motocilista necesita compañía y ayuda, por ejemplo, para analizar y comprender el motivo del accidente.

«Es algo que puede pasar en cualquier momento, incluso a motociclistas que manejan con prudencia», explica el profesor de conducción y pedagogo alemán Wolfgang Stern.

Muchos optan por subirse de inmediato otra vez a la moto para evitar obsesionarse con lo ocurrido. Pero para especialistas como Karl-Friedrich Voss, presidente de la Asociación Alemana de Psicólogos de Tráfico, el recurso tiene sus riesgos y podría convertirse en un arma de doble filo.

«Quien sigue adelante de inmediato sin preguntarse por las causas del accidente sigue conduciendo con la misma actitud sin cambiar nada», explica. Las condiciones para que se repita lo ocurrido están así servidas.

Otros, por el contrario, quedan anulados, incluso tras accidentes sin secuelas física, y corren el peligro de que el miedo se vuelva trauma. «Las señales de que está ocurriendo eso son falta de sueño, regreso constante de las imágenes del accidente e incapacidad para procesar lo vivido», describe Hartmut Kerwien, compañero de Stern en el Instituto de Pedagogía del Tráfico.

La solución a todos esos problemas es posible, pero requiere trabajo. «Cualquiera puede desaprender un miedo. Pero el primer paso que debe dar un motociclista es ser sincero consigo mismo y apuntarse a un entrenamiento de conducción», explica Jochen Oesterle del ADAC.

Lo decisivo en todos los casos, coinciden diversos expertos, es obtener una mirada exterior. Un profesor o entrenador de conducción puede detectar de inmediato los errores que llevaron a la caída.

Este es uno de los vicios de conducción que pueden superarse con ayuda de un entrenamiento específico para que el motociclista accidentado vuelva a las carreteras con más seguridad y, sobre todo, con la confianza recuperada.

EC

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.