El monarca europeo sentó las bases de una administración estatal unificada y centralizada

El SumarioIván IV el Terrible fue un zar de Rusia que gobernó la enorme nación desde 1547 hasta 1584. Hijo de Basilio III y de Elena Glinski y nieto de Iván III Vasilevich el Grande.

El zar gobernó con la ayuda de la Rada, consejo privado entre cuyos miembros más influyentes figuraban el sacerdote Silvestre, Macario, su preceptor y su secretario Alexei Adashev, a quien se debió el talante moderado de los 12 primeros años del reinado de Iván. También influyó en este sentido la princesa Anastasia Románov, con quien se había casado en 1547.

La tendencia más notoria que Iván IV manifestó al principio fue la de procurar sentar las bases de una administración estatal unificada y centralizada y crear instituciones con participación popular. Reunió y codificó las ordenanzas del reino y creó un concilio para organizar una iglesia afín a sus propósitos.

Además, fijó los campesinos a la gleba, para lo cual determinó el origen de la servidumbre establecida en 1581, y formó su propio cuerpo armado, el de los «streltsí», cuyos miembros eran recompensados con parcelas de tierra, con la finalidad de fortalecer el poder del monarca frente al de la gran aristocracia, además de reorganizar y modernizar el ejército.

Cumplidos los objetivos de esta primera etapa de su reinado, dedicada fundamentalmente a la organización interior, Iván IV el Terrible emprendió una política expansiva que lo condujo a las conquistas de Kazán, en 1552, y Astrakán, dos años más tarde.

Ocupó también el valle del Volga y se dispuso a extender el imperio hasta la región de los Urales y Siberia. Con miras a contar con una salida al Mar Báltico, se volvió contra Livonia, pero allí chocó con los intereses de Lituania, Suecia, Polonia y Dinamarca.

De interés: Retiran nombre y foto de Benedicto XVI de libro que rechaza la ordenación de hombre casados

Gabriel Velásquez

Con información de medios