Generalmente la curiosidad de los cachorros los lleva a querer ver, olfatear y morder todo lo que consigan a su paso, esto incluye por supuesto a las flores y plantas, por lo que hay que ser cuidadosos porque algunas contienen sustancias tóxicas que pueden llegar a causar problemas digestivos o dermatológicos.
El tóxico puede encontrarse en hojas, tallos, flores o frutos, y puede estar siempre presente o sólo hallarse en algunas épocas del año. Lo ideal es educar al animal desde muy pequeño. Una recomendación es untar la punta de estas plantas con algún producto amargo, para generar el rechazo al intentar ingerirlas.
Si existiera en la mascota la aparición de un síntoma, es importante poder identificar el nombre de la planta que lo causó, qué parte consumió y el tiempo transcurrido desde la ingestión.
Algunos ejemplos de plantas con las que se debe estar atento:
- Alelí
- Flor de pascua o estrella federal
- Hiedra venenosa
- La ortiga
- Laurel de campo
Alejandra Watts
Con información de Entre Mujeres.
Fotografía Gettyimages.