La compañía aérea EasyJet pretende usar las células de hidrógeno para impulsar las maniobras previas y posteriores al despegue

Falta mucho para que la energía de las células de hidrógeno permita alimentar los motores de un gran avión en vuelo, pero un nuevo sistema que probará este año la compañía aérea EasyJet logrará, al menos, impulsarlos en las maniobras previas y posteriores al despegue, que consumen 50 mil toneladas de combustible al año.

Según la compañía, el 4% de todo el fuel se gasta en las maniobras de rodaje del avión en tierra. Alimentar así los motores en las maniobras en tierra permitiría ahorrar entre 25 y 35 millones de dólares al año, además de reducir considerablemente las emisiones de dióxido de carbono.

El nuevo sistema recogerá la energía que producen los frenos del avión para emplearla en las maniobras en tierra. Los aparatos incorporan unas células de combustible alimentadas con hidrógeno que permanecen alojadas en la bodega de la aeronave. Cuando el avión frena tras el aterrizaje, el sistema acumula la energía y con ella alimenta las baterías de manera similar a la que ya emplean algunos carros de fórmula uno.

Esta energía es suficiente para alimentar las maniobras en tierra de los aviones, que ahora tienen que recurrir al mismo combustible que se emplea para el vuelo. Los 240 aviones de Easyjet recorren en tierra casi 6.500 millones de kilómetros al año, equivalentes a ocho veces la distancia entre la Tierra y la Luna.

Samuel Bello

Con información de El País.