El Sumario – Lo común de cualquiera de los huracanes que azotan al mundo, además de su poder destructivo y arrasador, es el hecho que todos tienen nombres de personas y en muchas ocasiones la gente se pregunta por qué pasa esto.
Pero no siempre fue así, en siglos pasados se solía llamar a estos fenómenos meteorológicos con el nombre del santo del día en que se colocaba en su máxima expresión. Sin embargo, esto comenzó a hacerse un problema con el pasar del tiempo en vista que los huracanes se repiten con frecuencia en las mismas fechas y se les hacía difícil a los meteorólogos estudiarlos.
Otra etapa de la historia, específicamente en el siglo XIX, el australiano Clement L. Wragge tomó la decisión de hacer a un lado el nombre de los santos para optar por motes relacionados con la mitología, la política y también con las mujeres.
Este última empezó a ser muy utilizado durante la II Guerra Mundial por meteorólogos que deseaban recordar a sus madres, novias o esposas. Esto se mantuvo así hasta que en 1978, se tomó la decisión de también emplear nombres de hombres para las tormentas del Pacífico y así dejar los motes femeninos para los ciclones atlánticos.
En 1979, la Organización Meteorológica Mundial tomó la decisión de alternar los nombres de mujeres y varones para estos fenómenos naturales.
Krystian Tovar
Con información de Heraldo