La contaminación, en China, acaba con la vida de casi cuatro mil personas al día

Pekín tomó drásticas medidas para recudir el smog y evitar que la polución afecte a el Mundial de atletismo, durante el cual las autoridades pretenden que el cielo gris de la capital china vuelva a ser azul y los deportistas puedan respirar.

El tráfico será reducido a la mitad, los camiones no podrán circular en los alrededores del estadio Nido de Pájaro, las fábricas de carbón lignito se pararán y se prohibirán las barbacoas de carbón vegetal. La organización confía plenamente en que las medidas tengan efectos, ya que aseguró que publicará a diario los índices de polución.

«No hay que tener ninguna preocupación, los atletas no se van a derrumbar», señaló el jefe de la comisión que coordina las labores entre la federación nacional y el comité organizador, el alemán Helmut Digel.

Ya en los Juegos Olímpicos de 2008 en Pekín se hizo desaparecer el manto gris que cubre el cielo de la ciudad. Apenas hubo una nube que tapara el azul.

El smog, una capa grisácea de partículas contaminantes que cubre el cielo de algunas ciudades, tuvo en Pekín índices peligrosos para la salud en los últimos años. Además, durante el maratón de este sábado se espera que el termómetro supere los 30 grados.

Pekín es una ciudad mundialmente conocida por sus problemas de contaminación. Sin embargo, no es la única localidad china que se ve afectada por este problema.

Según aseguraron hace una semana un grupo de científicos estadounidenses, el 38 por ciento de la población china, que en total es de más de mil millones de personas, respira aire perjudicial para la salud. Se estima que la contaminación causa la muerte de 1,6 millones de personas en China, cerca de cuatro mil al día.

El gobierno chino inició hace dos años una ofensiva para frenar la contaminación del aire y varias de las ciudades más importantes del país instalaron medidores que avisaban a la población cuando la contaminación era muy alta.

Pero los primeros resultados visibles no llegaron hasta que se aprobaron nuevas leyes medioambientales y se cerraron las fábricas más contaminantes. Según Greenpeace, 189 ciudades lograron disminuir en un 16 por ciento el número de partículas peligrosas en la primera mitad de 2015 respecto al mismo periodo del año anterior.

LS

Con información de dpa.