Visitó un campo de refugiados que huyeron de los enfrentamientos entre musulmanes y católicos

El papa Francisco pidió «una gran paz» en la República Centroafricana, país al que arribó este domingo. Allí visitó un campo de refugiados desplazados por el conflicto interreligioso que azota a la antigua colonia francesa.

«La paz sin amor, sin amistad, sin tolerancia, sin perdón, no es posible. Cada uno de nosotros debe hacer algo. Yo les deseo, a ustedes y a todos los centroafricanos, la paz, una gran paz entre ustedes», señaló el pontífice de 78 años a los refugiados, que lo recibieron cantando y con carteles en los que se leía «amor» y «alegría«.

Ubicado a las afueras de la capital, Bangui, el campamento alberga a unas siete mil personas que tuvieron que huir de los enfrentamientos entre musulmanes y católicos.

En su primer acto público, el Papa habló en presencia de la presidenta interina, Cathérine Samba-Panza, y otros dignatarios, a los que llamó a la unidad nacional.

La presidenta consideró que la visita de Francisco es «una bendición del cielo«, que ayudará al país a derrotar «a los demonios de la división, el odio y la autodestrucción«.

A su llegada al aeropuerto, en un avión especial de la aerolínea italiana Alitalia que lo trajo procedente de Uganda, el religioso fue recibido tanto por representantes católicos como musulmanes.

«El Santo Padre no ha venido para los católicos, sino para todos los centroafricanos. Es una buena señal de reconciliación«, dijo El Adji Tchakpabrede, representante de la comunidad islámica.

Según el índice de la ONU, la República Centroafricana es el tercer país más pobre del mundo. Desde 2013 se encuentra sumido además en un conflicto entre milicias musulmanas y cristianas, después de que los rebeldes musulmanes Seleka destituyeran al presidente Francois Bozize, un cristiano.

LS

Con información de dpa.

Fotografía REUTERS/Siegfried Modola.