El Sumario – Para muchos de nosotros, el café es una parte imprescindible de nuestro día a día y tener que dejarlo porque no lo encontramos o porque su precio es muy elevado significa una renuncia importante. Sin embargo, esto no significa que tengamos que dejarlo. Más bien, puede ser una oportunidad para inclinarnos a algo más natural y aprender a hacer nuestro propio café, desde el grano verde hasta tu taza. Y así es como lo harás:

  • tostadura-de-cafe
    Mientras más tostado esté, más fuerte será su sabor

    Consigue granos de café verde. Tienden a venderlos en cualquier tienda naturista y estos resisten mucho tiempo sin perder sus propiedades y su sabor, lo cual es mejor que el café instantáneo, que se vence en corto tiempo.

  • Tuéstalo de acuerdo a tu gusto. Para cada tipo de café (expreso, guayoyo, etc.) existen distintos tipos de tostado, que te darán un sabor particular. Es una cuestión de experimentación.
  • Luego, tienes que molerlo. Si lo dejas muy molido, su colación será mucho más lenta y tal vez no tenga un sabor muy fuerte, pero si lo dejas en gránulos gruesos se colará muy rápido y con mucho sabor. Recuerda que eso depende de qué cafetera tengas y de qué sabor quieras obtener.
  • Sírvelo fresco. Aun cuando puedas tenerlo tostado de antemano, es muy recomendable molerlo y colarlo en el momento de tomar, pues esto permitirá mantener un sabor más fresco y conservar todos sus beneficios. También, recuerda que en el cómo lo bebes hay muchos otros secretos útiles.

Hay muchos beneficios de hacer tu propio café, desde estar más saludable hasta estimular tu curiosidad. Poco a poco podrás ir siendo más diestro en la elección del grano y en el cómo prepararlo. Además, estarás dejando de consumir muchos químicos que se le agregan al café instantáneo para maximizar su sabor y su duración.

Miguel Rivero

Con información de Mi Mundo Philips.