Las autoridades se encuentran ante el mayor reto económico al que se podría enfrentar, viéndose más afectado el tope salarial

El Sumario – Ya es hora de comenzar a evaluar los efectos económicos que dejará la pandemia del coronavirus al deporte profesional y universitario de Estados Unidos por preferencia, la NBA, donde empiezan a tener sobre la mesa los primeros informes que indican unas pérdidas de más de 1.000 millones de dólares, si al final no se acaba la temporada regular ni se juegan los playoffs.

Ante esta realidad, unida a la crisis con China, el comisionado de la NBA, Adam Silver, se encuentra ante el mayor reto económico al que se podría enfrentar y que con toda seguridad ya va a significar una reducción considerable en el próximo tope salarial.

Por primera vez, una liga que durante la pasada década ha tenido una prosperidad histórica, ahora la combinación de la controversia de Hong Kong y la crisis del coronavirus la enfrentan a un desafío financiero sin precedentes y totalmente inesperado.

El mandato de Silver, que llegó al cargo el 1 de febrero del 2014, se destacó por el importante crecimiento económico de la NBA, al pasar de 58 millones de dólares, que tenía el tope salarial cuando fue nombrado comisionado, arribando a 109 millones en la presente temporada, gracias a los multimillonarios contratos televisivos que fueron firmados.

Es imposible medir el impacto económico preciso de la temporada suspendida de la NBA, pero los ejecutivos de los equipos ya tienen sobre su mesa un informe en el que se muestra que el daño causado por ambas crisis podría alcanzar los 40 millones de dólares por club, o más de 1.200 millones de dólares, si al final tampoco se juegan los playoffs.

Del mismo modo, un análisis de FiveThirtyEight.com, estimó que la pérdida de ingresos podría superar los 1.000 millones de dólares si al final la competición de la NBA no se puede reanudar en esta temporada.

Los equipos ya saben que los ingresos de las entradas y los precios de éstas varían ampliamente según los factores del mercado, pero los 30 clubes de la NBA promedian aproximadamente dos millones de dólares por cada partido que se juega en su campo durante la temporada regular.

Hasta el momento, se han pospuesto 259 partidos de la temporada regular que aún faltan por disputar, y los playoffs del año pasado permitieron reñir otros 82 más, lo que significa que de manera conservadora dejarían de ingresar cerca de los 700 millones de dólares, solamente con la competición diaria.

La reducción del tope salarial también conllevará de inmediato a que baje el del impuesto de lujo y muchos equipos se vean forzados a tener que pagar decenas de millones de dólares a la liga que no tenían previsto o bien reducir el coste de las plantillas y tener menos posibilidades de luchar por el título de campeones.

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María Alejandra Guevara

Con información de Agencias