Este modelo se usa cuando los bebés son prematuros y pasan la mayor parte del tiempo en contacto directo con la piel de los padres

El Sumario – Un estudio realizado en Bogotá, demuestra que los bebés prematuros que mantiene un intenso contacto físico con sus padres se siguen beneficiando de ese cariño aún pasados 18 y 20 años después.

Esto de debe a que son criados con el método canguro, que defiende el tiempo que el bebé y sus padres mantengan contacto piel con piel. Este programa también involucra a toda la familia y como grupo de control se usaron bebés que pasaron sus primeros meses de vida en una incubadora.

«Pasados entre 18 y 20 años, los adultos fueron entrevistados y sometidos a pruebas durante tres días. Los que siguieron el método canguro mostraron claras ventajas: eran menos agresivos, impulsivos e hiperactivos que los que estuvieron en incubadora», explica Nathalie Charpak, de la Fundación Canguro en la capital colombiana.

De igual manera, se pudo constatar que la tasa de mortalidad entre los bebés prematuros criados según el método canguro fue mucho más baja que en los grupos de control. Sin embargo, dados lo pocos análisis realizados debe mantenerse la precaución, en total se estudiaron 264 bebés nacidos entre 1993 y 1996.

El programa, apoyado por una fundación en Canadá, ha tenido en general un efecto positivo en las familias: éstas se han mantenido más unidas y con un ambiente más cariñoso. Además, resultó que las parejas en las que el padre había llevado al bebé piel con piel en el pañuelo tenían una mejor relación.

Angélica Rodríguez.

Con información de dpa.