El Sumario – Los lunares son tumores benignos resultantes de la acumulación de melanocitos que son las células que dan color a la piel, en su mayoría se generan de una macha o peca la cual va aumentando de tamaño y debe ser chequeada constantemente.
Cuando un paciente acude a la consulta dermatológica, el médico tratante revisa los lunares, los cuales en ocasiones deben ser retirados para evitar males a futuro, en otros casos son retirados por solicitudes estéticas.
El paciente debe tener un chequeo constante del crecimiento o cambio de color en los lunares, de notar cambios muy rápidos y si se presenta algún tipo de dolor o incomodidad deberá acudir nuevamente con su médico tratante.
Cuándo preocuparse por un lunar
Si cambia de tamaño, de color, de forma, pica, sangra o duele. Todos ellos son signos de alarma y tenemos que consultar al dermatólogo para indicar su tratamiento.
Existe una regla muy fácil de recordar y muy útil para saber diferenciar si se trata de un lunar benigno o maligno. Es la llamada regla de ABCDE:
- Asimetría: Un lunar normal es simétrico, en cambio los melanomas son lesiones asimétricas.
- Borde: El límite de una lunar normal es bastante regular, sin embargo, los melanomas tienen entrantes y salientes.
- Color: Son de color homogéneo, más claro o más oscuro, pero homogéneo, si se tiene un lunar distinto a los demás, debería revisarse.
- Diámetro: Los lunares suelen tener un contorno de menos de 5 mm.
- Enrojecimiento: Si presenta de un color rojo se trata de un melanoma.
María Cordero
Con información de Puleva Salud