Recientemente en la revista Nature Neuroscience se publicó un artículo sobre una proteína genéticamente modificada que puede hacer a los roedores responder al control magnético a distancia. Para lograrlo, se debe hacer cirugía genética en los canales iónicos, encargados de administrar las corrientes eléctricas que controlan el circuito neuronal.
Ali Güler, neurólogo de la Universidad de Virginia, y su equipo modificaron el canal TRPV4, un canal que responde a la presión mecánica, fusionando dicho gen a una proteína que acumula hierro, conocida como ferritina, la cual responde ligeramente al magnetismo de fuentes externas.
El resultado fue Magneto: una proteína híbrida genéticamente modificada. Cuando los investigadores mueven un imán cerca de las células, Magneto responde y abre el canal iónico; esto provoca una corriente de iones en las células, lo que cambia la corriente eléctrica que recibe el cerebro.
Los investigadores activaron Magneto en células que responden a la dopamina, por lo que hasta ahora el «control» solamente permite que los ratones prefieran una zona magnetizada de la jaula a otra. Cuando los ratones entran en contacto con el campo electromagnético reciben una gratificación química en forma de dopamina.
Amanda Gómez
Con información de ArsTechnica.
Fotografía Gettyimages.