Innovaciones recientes han permitido cargar pequeñas baterías mediante wifi

El wifi ha significado la apertura a nuevos avances en el campo de la energía sin cables. En ese sentido, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington en Seattle (Estados Unidos) ha utilizado un router para cargar a distancia baterías. De momento han conseguido alimentar dispositivos como los que utilizan pequeños electrodomésticos y mandos a distancia (las pilas de níquel-metal hidruro) y las pilas de botón de los relojes (pequeñas baterías de ion de litio). La era de los cables, antes de que nos demos cuenta, será una época borrosa de la historia.

El sistema presentado se denomina PoWiFi (acrónimo inglés de «alimentación a través de wifi») y funciona a distancias de hasta 8,5 metros. Para lograrlo, los investigadores crearon un sistema que recolecta la energía de la wifi y la suministra de manera continua a las baterías.

Sin bien los investigadores resaltaron que su innovación no alterará significativamente el rendimiento de una red de wifi, el profesor de Radiocomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, José Manuel Riera, declaró que el avance solo sería posible en casas distantes una de otras, pues en los apartamentos y edificios se producen interferencias con la conexión de los vecinos: «Cuando no estamos usando Internet, nuestro router solo utiliza un 1% del tiempo de transmisión. Son desconexiones de milésimas de segundo que aprovechan otras redes inalámbricas para transmitir». El uso para suministrar energía, en cambio, exige que el router transmita energía de forma continua. «En un entorno de mucho uso, como una universidad o una empresa, no se podría aplicar», ilustra el profesor.

A diferencia de los dispositivos que utilizan las frecuencias de televisión y telefonía móvil, este sistema trabaja con frecuencias de la banda ISMC (en la que se incluye la wifi, pero también Bluetooth y ZigBee). La legislación de Estados Unidos y Europa no limita su uso a las comunicaciones y, por tanto, también podría usarse para alimentar pequeños dispositivos, según los autores.

De momento existen dos hándicaps que demandan más estudio: cómo conseguir una potencia mayor en este sistema, para poder cargar baterías de, por ejemplo, teléfonos inteligentes; y como sortear el hecho de que los routers difunden ondas en cualquier dirección, cosa que dificulta la carga de baterías. Dejando esto de lado, la investigación supone un paso sumamente importante en ara a optimizar la carga de pilas de forma inalámbrica.

LS

Con información de El País.

Fotografía Gettyimages.