Las chicas de las nuevas generaciones no están dispuestas a gastar mucho dinero en un vestido que solo usarán un día

El vestido de novia, de importancia capital en la lista de preparativos para la boda, ha ganado en variables con la nueva generación de futuras esposas. Afortunadamente, estas variantes han significado un recorte de gastos, casi en un 50% en la última década, según un informe sobre el sector nupcial de la Federación de Usuarios Consumidores Independientes.

En la era del YOLO y de la consciencia sostenible, ¿quién quiere gastarse miles de euros en metros y metros de organza blanca? Las novias de la generación de Taylor Swift o Dree Hemingway tienen otras prioridades a la hora de administrar el presupuesto de la boda, como la decoración del espacio, la selección del catering o el viaje de novios, y las firmas de moda no pueden sino adaptarse a la demanda.Así lucen las novias modernas

Ahora, distinguir a las futuras novias pasa por entender a una generación knowners, la misma que piensa en disfrutar más que en poseer, y que entiende como nadie el sentido de lo efímero. Ellas piensan en peinados DIY, prefieren llevar sneakers o zapatos planos para aguantar bailando hasta el amanecer; no llevan medias; quieren un vestido que puedan reciclar más allá del día de su boda; su presupuesto para el vestido es menor de 400 euros; y saben cómo revalorizar un look.

En ese sentido, el gigante del e-commerce Asos es la última marca en sumarse a los diseños de novia lowcost, con una colección cápsula que verá la luz a finales de marzo 2016. Estará formada por 18 piezas cuyos precios no superarán los 350 euros, que harán muy felices a las millennial que planeen pasar por el altar el próximo verano, la estación preferida por casi la mitad de las parejas. Las opciones para lograr un estilismo de novia sin tener que inaugurar el matrimonio en números rojos ya son muchas e idóneas para el nuevo perfil de novia 3.0.

Samuel Bello

Con información de Glamour.