El Sumario - Las migraciones paleolíticas fueron intencionales y no fortuitas
Un estudio demostró que las condiciones climáticas no eran las adecuadas para viajar, sin embargo las antiguas poblaciones tomaban el riesgo

El Sumario – El nivel de intencionalidad en las migraciones oceánicas antiguas, como por ejemplo, la de las islas Ryukyu entre Taiwán y Japón continental fue considerablemente debatido en el Museo Universidad de Tokio.

Por su parte, los investigadores hicieron uso de las boyas rastreadas por satélite para representar antiguos vagabundos. Pudieron comprobar que la mayoría de estos no lograban completar el cruce por lo que llegaron a la conclusión que la población paleolítica de hace unos 35.000 a 30.000 años debieron hacer viajes por elección y no por una eventualidad.

En este sentido, el profesor del Museo Universitario de Tokio, Yosuke Kaifu, junto a su equipo exploró a profundidad este tema, especialmente una travesía de la que se tiene conocimiento tuvo lugar alrededor de unos 35.000-30.000 años, desde Taiwan hacia las islas Ryukyu.

La migración de las poblaciones antiguas suele generar interés debido a que muchos se cuestionan cómo lograban hacerlo

Kaifu enfatizó que «se han realizado muchos estudios sobre las migraciones del Paleolítico a Australia y sus masas de tierra vecinas, a menudo discutiendo si estos viajes fueron accidentales o intencionales«.

El catedrático explicó que el estudio se basaba en el análisis de las migraciones a las islas Ryukyu, debido a que son significativas en la historia. Además de que era complicado llegar hasta ese lugar, resaltó que estaba el Kuroshio, una las corrientes más fuertes del mundo, y si cruzaban el mar voluntariamente era un acto de exploración audaz.

Comprobación científica

Para el estudio investigaron el efecto del Kuroshio en las naves a la deriva, por ello utilizaron 138 boyas rastreadas por satélite para hacer seguimiento de la posible ruta de los vagabundos.

Los resultados fueron claros, incluso más de los que los estudiosos esperaban. Solo cuatro de las boyas se acercaron a menos de 20 kilómetros. Kaifu explicó que si fuera un antiguo marino era poco probable que emprendiera un viaje debido a las condiciones climáticas.

Por tal motivo, los investigadores llegaron a la conclusión de que en las migraciones paleolíticas no habían exactamente viajeros sino exploradores, por las condiciones a las que se enfrentaban y aun así tomaban el riesgo.

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María Gabriela Moncada

Con información de dpa