«Ante el débil reconocimiento y apoyo a la persona en las diversas relaciones sociales, la familia abre una perspectiva más humana, que permite establecer vínculos de fidelidad, sinceridad, cooperación y confianza. Enseña a honrar la palabra dada, a respetar a cada persona y a comprender sus límites», dijo el sumo pontífice de la Iglesia católica este miércoles en la Audiencia General semanal en la Plaza de San Pedro.
El papa argentino inauguró el domingo con una misa en la basílica de San Pedro el Sínodo de los Obispos que durante tres semanas se centrará en cuestiones como matrimonio y familia. Algunos de los puntos más controvertidos de esta cita es el trato de la Iglesia a los divorciados que se han vuelto a casar y las parejas homosexuales.
De hecho, el martes el papa instó a que los temas del sínodo no se limiten a si se da la comunión a los divorciados que han vuelto a casar. Por eso, en la jornada de este miércoles insistió en la relevancia de la familia señalando que «la familia requiere toda nuestra atención y cuidado, y el Sínodo debe responder a esta solicitud».
EC
Con información de dpa.
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