El Sumario – La Cota 905 se ha convertido en el titular de diferentes noticias que resaltan los actos delictivos que allí se llevan a cabo, los cuales sin duda han convertido el lugar en una de las zonas más peligrosas de la urbe. Ante esta situación, se crea la generalización que todos los residentes de la populosa área, ubicada al sur de la ciudad de Caracas, se vinculan con estas actividades cuando la realidad es completamente diferente.

Un ejemplo de ello es la Organización Recreacional, Social “Cruz Verde”, una ONG creada por vecinos de la comunidad ubicada en el sector San Miguel, que desde el 2002 vienen trabajando en pro de rescatar los valores a través de diferentes actividades destinadas a niños, niñas, adolescentes y personas mayores.

Historia de una iniciativa

En entrevista exclusiva para El Sumario, los integrantes del la ONG aseguraron que se trata de una iniciativa que busca rescatar dentro de la comunidad esos valores que se pueden ver afectados por el entorno.

Ana Meza, secretaria de comunicación y difusión, explicó que todo nació de la inquietud de un grupo de vecinos que a través de la participación y la integración querían lograr lo que básicamente era su premisa de origen, el rescate.  

Rescatarlos del ocio a través de los valores y las tradiciones”, expresó Meza durante la entrevista asegurando que las festividades que culturalmente se celebran en el país fueron el punto de partida para esta organización.

“El primer evento que organizamos fue el día del niño en el año 2002”, aseguró la integrante de la ONG quien además expresó que desde ese día, la comunidad se mostró receptiva y desde entonces han colaborado año tras año en festividades como Carnaval, Día de la Madre, Día del Padre, Día del Niño y Navidad.

En el 2008, la organización luego de darse a conocer por el planteamiento de solicitudes a instituciones gubernamentales y no gubernamentales de colaboraciones para los niños, decidió registrarse y así comenzar a externalizar la labor que llevan a cabo.

“Échale Color”

Las calles de la cota 905 se llenaron de color cuando el programa promovido por la organización “Somos Posible” llegó a la zona a través de un contacto establecido por la organización “Calle Cruz Verde”.

Las fachadas de la zona fueron pintadas por voluntarios e integrantes de la comunidad

Este programa de integración comunitaria logró que todas las personas, junto a voluntarios de otros lugares, pintaran todas las fachadas y calles de la zona.

 

Ingrid Rodríguez, coordinadora adjunta, expresó que “Echale Color” fue una de las experiencias más nutritivas para la comunidad y que además sirvió de impulso para que

personas de toda la ciudad, incluso figuras públicas como Maikel Melamed y Norelys Rodríguez, conocieran la realidad de la Cota 905, la que no sale en los periódicos.

 

Asimismo, aseguró que “todos los chamos” que llegaron a la Cota como voluntarios con otra organización, decidieron hacer meses después sus trabajos comunitarios en la zona o incluso hacer visitas en los eventos que organiza la ONG.

“Ellos tomaron en cuenta que si se puede trabajar para en pro del rescate de los niños. Han dado charlas sobre embarazo precoz, drogas y sobre el medio ambiente. Cada vez que vienen los niños de la comunidad se emocionan y no dudan en participar”.

Mucho más que delincuencia

Carmen Rodríguez, además de desempeñarse como secretaria de finanzas de la organización, es una socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV), asegura que los altos índices delictivos que se generan en la Cota 905, o por los hampones que allí residen, han creado un manto que no deja ver que más allá del “malandreo” hay personas profesionales o en camino de serlo.

“No se puede ocultar lo negativo, pero es importante que las personas sepan que también hay un lado positivo que ver”, expresó

La visita de «Acción Poética» dejó plasmada en las paredes el objetivo de la organización

Carmen.

 

Aseguró, que en las noticias también hay que destacar cuántas personas profesionales pueden salir de la Cota 905 o simplemente personas que se preocupen por el otro. 

Resaltó, que es importante que los índices delictivos disminuyan en la zona, sobre todo por la influencia que esto puede tener en los más pequeños. “Sí hay delincuencia, pero no todo es droga y malandros. Hay más”, expresó.

Sin duda, se trata de una comunidad que, de acuerdo a sus residentes, se ha visto manchada por una minoría que opaca lo bueno que puede salir de una zona popular de Caracas.

Los integrantes de la organización, aseguraron que las puertas de la Cota 905 están abiertas para participar y colaborar en cada una de las actividades de integración que muestran un lado más amigable de la zona.

Katriz Luna