Los científicos desean descubrir los misterios de la especie que se encuentra en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

La llegada anual al archipiélago ecuatoriano de Galápagos del pez más grande del mundo, el tiburón ballena, será investigada desde este año con un marcaje satelital que incluye cámaras de video, informó este viernes el Ministerio de Ambiente.

Con colaboración internacional, la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) aplicó marcas satelitales de larga duración a cuatro hembras adultas de estos animales, a las que rastrearán durante ocho meses con estos dispositivos que proveerán imágenes de su desplazamiento submarino.

«La información recabada sobre el uso de hábitat, tanto de tiburones ballena como de otras especies marinas, es extremadamente importante para el proceso de revisión de la zonificación de las áreas marinas y terrestres que actualmente realiza la DPNG», explicó el responsable de ecosistemas marinos, Harry Reyes.

Desde hace cuatro años ya se vigila por rastreo satelital a 30 individuos a los que se logró marcar con dispositivos satelitales sin cámaras. La investigación surgió tras la llegada anual masiva de los tiburones ballena a la isla Darwin, la zona más septentrional del archipiélago, en su mayoría hembras preñadas.

Y aunque todavía no están completas las razones de por qué se provoca el desplazamiento de estos animales y las frecuencias de sus recorridos, los científicos han determinado que hay una relación entre los movimientos y la presencia de las corrientes marinas calientes y frías que anualmente también llegan a las islas Galápagos.

Las instituciones que trabajan en este proyecto son la Fundación Megafauna Marina Ecuador, la Universidad San Francisco de Quito, el Galápagos Science Center, el Turtle Island Restoration Network, el Hubbs-Seaworld Research Institute y el Acuario de Georgia en Atlanta, bajo la coordinación de la DPNG.

EC

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.