El SumarioAlexander von Humboldt tenía razón: las anguilas eléctricas (electrophorus electricus) salen del agua y atacan con descargas de electricidad cuando se sienten amenazadas.

Según publicó este lunes el investigador estadounidense Kenneth Catania en Proceedings, en la estación seca se defienden así contra atacantes cuando disminuye su espacio vital en pequeñas charcas.

El explorador alemán Alexander von Humboldt observó ese tipo de comportamiento hace 200 años, aunque otros científicos lo pusieron después en duda.

Von Humboldt estudió a las anguilas eléctricas en marzo de 1800 durante una estancia en el Amazonas. Pidió a los pescadores que cazasen algunos ejemplares para analizarles y éstos decidieron pescarlos en una charca con unos 30 caballos y mulos.

Poco después de que los cuadrúpedos entrasen en la charca, varias anguilas eléctricas salieron del agua, se apretaron contra los caballos y les dieron descargas eléctricas. Los caballos quedaron paralizados, permitiendo que las anguilas les atacasen de forma continua. Dos de los caballos se ahogaron y otros se derrumbaron. Finalmente las anguilas acabaron tan agotadas que los pescadores pudieron atraparlas sin ser atacados.

Desde entonces no se volvió a informar de un comportamiento similar por parte de esos peces, escribe Catania, de la Universidad Vanderbilt de Nashville. Este investigador se percató del extraño comportamiento al trasladar anguilas con una red de un tanque a otro en el laboratorio. Los peces atacaron las redes, revolviéndose hacia arriba contra el mango y lanzando continuamente descargas eléctricas.

Tras ello, Catania realizó otras investigaciones y constató que los animales ignoraban los objetos no conductores (de electricidad) dentro del agua. La red que había empleado tenía un delgado borde de metal, por lo que era un conductor, al igual que normalmente lo son los seres vivos, potenciales atacantes o presas de las anguilas.

Catania también determinó que el voltaje y la intensidad de la corriente aumentaban cuando las anguilas atacaban con rapidez a los objetos fuera del agua. Cuando los ejemplares lanzaban descargas eléctricas bajo el agua, la energía se distribuía entre ésta. Pero si las anguilas salían del agua, dirigían la corriente directamente desde la barbilla hacia su objetivo. Así, la corriente pasaba por el cuerpo de sus víctimas hasta volver al agua y de ahí a la cola de la anguila, cerrando un circuito.

Samuel Bello

Con información de dpa.