La iniciativa convierte a las paradas públicas en frases y ejemplos de agresiones sexistas

El gobierno francés lanzó la campaña de lucha contra el acoso en los medios de transporte: ¡Stop, ya basta!, luego que el Alto Consejo por la Igualdad de Género de Francia entregó en abril al Ministerio de Igualdad un informe evidenciando que el 100% de las usuarias reconoce haber sido víctima de acoso sexual al menos en una ocasión, una penosa realidad para las mujeres del país que, en la gran mayoría de los casos, no denuncian.

Los carteles que se expondrán en las estaciones de transporte público de ciudades como París, Lille, Toulouse o Nantes, denuncian la situación desde la perspectiva de las víctimas, que sufren en silencio el acoso, del testigo, que en ocasiones presencia el delito sin saber qué hacer o cómo intervenir, pero también del acosador con frases que las ciudadanas reconocieron escuchar: desde un inocente «mademoiselle», pasando por «¿nos conocemos?» o «¿eso es para mí?», hasta insultos.

«Las mujeres han evitado pasar por ciertos lugares a ciertas horas y ahora decimos «basta». Tienen derecho a ir como quieran y dónde quieran con total seguridad», denunció la secretaria de Estado para los Derechos de las Mujeres, Pascal Boistard, quien inauguró en la estación de Saint-Lazare la nueva medida, presentando uno de los carteles en los que cada parada de metro representa un ejemplo real de agresión.

«¿Por qué me mira así?», «estoy sintiendo su mano», «¿por qué nadie hace nada?» o «tengo miedo», se convierten en las paradas de metro para esta campaña de concienciación que termina con un rotundo «¡para, ya basta!».

El Alto Consejo por la Igualdad de Género de Francia espera ahora que todas las autoridades de todos los colectivos territoriales utilicen esta campaña y la implanten a nivel local, para que todo tipo de transporte y todas las estaciones del país se unan en esta lucha contra la agresión sexista.

Alejandra Watts

Con información de El Mundo.

Fotografía Gettyimages.

Cada parada de metro representa un ejemplo real de agresión
Cada parada de metro representa un ejemplo real de agresión