Falleció Jorge Spiteri, pionero del rock de Venezuela
El venezolano y multinstrumentista recibió un premio a su trayectoria artística por impulsar la música Latina en Gran Bretaña

El Sumario – En Carolina del Norte, Estados Unidos, luego de una agresiva enfermedad, fallece Jorge Spiteri, músico, compositor, cantante y arreglista venezolano, según se confirmó a través de su cuenta en la red social Facebook.

Gustavo Aldrey, fallecido hace muy pocos meses en Madrid

Las reacciones, por la partida física -a los 69 años- del fundador de los grupos “Mañana” y “Los Buitres”, no se hicieron esperar entre familiares, amigos y seguidores de Jorge en las redes sociales. Hacían pocas semanas se había marchado también Gustavo Aldrey (68) cantante y bajista de Los Buitres, quien murió el 18 de marzo de este 2020 en Madrid.

Spiteri nació el 2 de mayo de 1951 en Caracas.

Era un músico multinstrumentista, considerado junto a su hermano fallecido, Charles Spiteri, como uno de los pioneros de la música rock de Venezuela.

En su carrera, se desarrolló como cantante, compositor, productor y arreglista.

Comenzó su vida artística dentro de algunas bandas locales de rock como Los Buitres (que homenajeaba a The Beatles), The Nasty Pillows, Fantastic Guasacaca, Los Memphis y The Juniors.

Compartió su trabajo junto con su hermano Carlos Spiteri, Ilan Chester, Jesús Chinchilla y Pablo Manavello.

Como compositor grabó sus primeros trabajos en 1968.

Compuso en 1969 para el disco homónimo del grupo Los Memphis al que pertenecía su hermano, también músico, Charles.

Musicalizó la obra teatral La flaca del escritor Ricardo Talesnik, dirigida en Venezuela por Fausto Verdial.

En 2002, colaboró como asesor musical en el reality show «Fama y Aplausos» transmitido por Radio Caracas Televisión.

En 1994 le fue otorgado el Premio al Mejor Productor del Año por la Fundación Casa del Artista y una Mención Honorífica en la categoría Música Latina por el tema Qué se supone y en 2012 Mención Icono del Rock Nacional de los Premios Unión Rock Show.

En 2015, Jorge Spiteri recibió, en la 4ª edición de los premios AirEuropa LUKAS (Latin UK Awards), el premio a su trayectoria artística y su papel como pionero de la música Latina en Gran Bretaña.

Surgió del matrimonio norteamericano-venezolano de Charles y Lydia Spiteri.

Reconocido y apreciado

En noviembre de 2010 se realizó el Concierto por la Innovación y el Emprendimiento, organizado por la asociación civil Eureka en el marco y como clausura del Gran Salón de la Innovatividad y de la entrega de sus reconocimientos en esa edición: el Premio Eureka «Cruz Diez» a la Creatividad Infantil y Juvenil, el Premio Eureka a la “Innovatividad” Universitaria, el Premio Eureka al Diseño Industrial, y el Premio Eureka a la Innovación en Artesanía, un evento que duró tres días en el campus e instalaciones de la Universidad Metropolitana en Caracas.

Dicho concierto abierto por la banda de rock experimental Fibonacci que interpretó en vivo su primer producción discográfica, lo cerró Jorge Spiteri, como homenajeado y figura central, pues cumplía 40 años de destacada vida artística en el género del rock fusión. En esa oportunidad recibió una escultura o estatuilla artística original, representativa de una musa, que agradeció y conservó; Germán Febres, en nombre de Eureka destacó la trayectoria y el aporte realizado por Spiteri en apoyo a un nuevo sonido venezolano y a los músicos emergentes.

Por su parte Félix Allueva, en un reciente trabajo publicado, describió lo siguiente respecto al emblemático disco Spiteri: Spiteri, de 1973:

En el nublado y frío Londres se da el encuentro. Son seis músicos venezolanos: los hermanos Charlie y Jorge Spiteri provenientes de la agrupación Los Memphis; José “Joseíto” Romero -ex integrante de Tsee Mud y Bacro-; José Manuel «Chema» Arria pieza de Los Claners y Sangre; Bernardo Ball la herencia de Los Impala; Rubén «Micho» Correa quien venía de la experiencia de Los Kings y Grupo Pan. A este team se sumaría un británico: Leonel Grigson. Así nació el proyecto Spiteri, una súper banda venezolana establecida en la capital británica.

No pasó mucho tiempo para que el mercado musical de la añeja isla viera en Spiteri una alternativa anglosajona al tan de moda “sonido Santana”.

La base de operaciones era un departamento en 49 Elsham Road. W14, en Sheperdsbush, patio trasero de la agrupación The Who, muy cerca de Kensintong Pub donde solía hacer jams Ginger Baker en su fase post Cream. Ese piso fue visitado por bluesistas afroamericanos, percusionistas jamaicanos, un teclista griego, ingleses husmeando ritmos latinos y el mismísimo Gilberto Gil.

Recuerden, estamos en Londres (1973) y este pequeño apartamento es un laboratorio musical ilegal.

Como me comentó Jorge Spiteri “con los Beatles y Traffic en la mente y con Joe Cuba en el corazón”, más 25.000 libras aportadas por el sello GM, la magia los acompañó al estudio de grabación. En las sesiones de trabajo pasó de todo, desde utilizar los instrumentos del grupo Osibisa (célebre por aquello del rock africano) y compartir con ellos, hasta las regulares visitas de The Wailers y Bob Marley.

Un fondo rojo semidesértico en primer plano y una gran serpiente que, enroscada sobre sí misma, detallaba el nombre: Spiteri, esa fue la tapa del álbum.

Su contenido era pura experimentación. Entre el inglés y el español, las composiciones y arreglos de Jorge nos abrían un nuevo horizonte, donde se confundía el folklore venezolano con elementos afrocaribeños, hard rock, baladas cargadas de bolero y soul; todo con una gran influencia del grupo Traffic y, por supuesto, de Santana.

En Venezuela el tema que abría el vinil, “Campesina”, fue número uno en las radios juveniles, concluye Allueva.

Honor a quien honor merece. Paz al alma de nuestro querido amigo Jorge Spiteri.

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Con información de Diario Las Américas, otros medios y redes sociales