El abogado y especialista Juan Carlos Apitz A., de Intelinvest, despejó dudas y aclaró interrogantes sobre las sanciones económicas

El Sumario – Es difícil comprender las implicaciones de las sanciones del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos a través de los titulares de los medios de comunicación. Si bien se han recogido a cabalidad todas las decisiones en contra del gobierno encabezado por Nicolás Maduro, la aplicación del texto de las sanciones ha tenido consecuencias muy diversas para el mercado venezolano, señala Juan Carlos Apitz A.

En conversación con quien es gerente de mercados alternativos de Intelinvest, este plantea discutir brevemente algunos los mitos que se han creado a partir de la atención internacional que ha tenido el programa de sanciones del Tesoro de Estados Unidos.

“En primer lugar, es importante destacar que el programa de sanciones, en ningún caso ha significado un bloqueo a las actividades económicas de los venezolanos. Hasta ahora, existen 29 licencias generales con excepciones expresas al mercado de títulos valores, agropecuario, bancario y en telecomunicaciones. También, el mismo texto de las órdenes ejecutivas incluye múltiples excepciones a la aplicación de las sanciones, lo cual en la práctica se ha traducido en una inobservancia en la aplicación rigurosa de lo establecido en el texto de las piezas legales”, apunta.

Apitz informa que el Departamento del Tesoro, por añadidura, ha dispuesto un espacio virtual en su página web para que los usuarios hagan preguntas respecto al contenido de las órdenes ejecutivas.

“Esto ha permitido que exista una mayor claridad en la aplicación de los instrumentos y, ulteriormente, un rango más definido de ámbitos de limitación de las actividades económicas. Como ha sido reiterado en diversas oportunidades, las sanciones no están dirigidas a limitar las actividades económicas de los venezolanos, sino específicamente, a proteger los activos pertenecientes a la totalidad de ciudadanos de la nación”.

Vale la pena analizar el programa de sanciones en tiempos presente y futuro

En el caso de Venezuela, el programa se plantea limitar la acción del gobierno de Nicolás Maduro y las acusaciones formales en organismos estadounidenses de sus acciones en contra de tratados y normativas generales para la protección de los derechos humanos. Sin embargo, aún cuando el programa de sanciones limita el margen de acción de un gobierno, puede generarse una percepción exagerada del riesgo en el mercado, constituyéndose situaciones como el sobre-cumplimiento, lo que puede perjudicar a clientes locales, prosigue en su análisis el especialista.

“Por último, es ilusorio pensar que no se puede contraatacar a un programa de sanciones. Como ha quedado plenamente demostrado, los gobiernos sancionados tienden a encontrar otros apoyos en el espectro geopolítico para burlar, así sea cometiendo actos ilegales, el efecto del programa de sanciones”, añade Juan Carlos Apitz A.

El experto recomienda, y así lo menciona, que es útil plantear diversos mecanismos de adaptación de los negocios en el marco de un programa de sanciones. “En el caso del mercado venezolano, por ejemplo, es fundamental adecuar las políticas financieras de la gerencia con los lineamientos solicitados por la OFAC. De igual forma, es imperioso conseguir la ayuda legal y financiera suficiente para comprender a cabalidad el contenido de los instrumentos legales, pues, en buena medida, los errores y malas ejecuciones usualmente se desprenden de la interpretación superficial del texto de las órdenes ejecutivas”.

Y concluyó expresando su convicción respecto a que “vale la pena analizar el programa de sanciones económicas para Venezuela en tiempos presente y futuro, descartando que se trata de una realidad pétrea o inmóvil».

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Con información de Bitfinance.news