El Sumario – El estudio del japonés requiere de constancia y dedicación, ya que este idioma consta de dos silabarios (hiragana y katakana) y un amplio sistema de kanjis.

Los kanjis son pictogramas, heredados del chino antiguo, pero que han sufrido una modificación a nivel de significado y fonética con el objetivo de adaptarse a los modismos lingüísticos del país del sol naciente. Desde hace años, la meta de aprendizaje de esta singular forma de escritura se ha regulado a un mínimo de 2111 kanjis, por lo que desde muy temprana edad, los japoneses buscan métodos que le permitan aprender las diversas lecturas que a su vez tienen estos caracteres.

Recientemente salió al mercado Unko kanji doriru un libro cuyo protagonista es un profesor con forma de caca y que hace uso de las más variopintas oraciones y formas gramaticales, para que los niños puedan aprender kanjis bajo un método dinámico e innovador.

Hasta el momento, el libro de texto ha tenido una muy buena acogida y los infantes expresan que es muy interesante estudiar con ellos. Este proyecto editorial cuanta con 6 ejemplares diferentes y cada uno de ellos está dirigido a una etapa escolar específica.

Una de las características más resaltantes del libro, es que el introduce progresivamente kanjis que van desde el N5 al N1.

Bárbara Méndez / @barbie_zml

Con información de Nippon