Es posible y conveniente ser amables en un mundo hostil (imagen referencial - archivo)
En esta nueva entrega, Karina Paredes nos habla sobre esos gestos que ocurren a diario en nuestro alrededor y sobre los cuales pocas veces reflexionamos: sonrisas, palabras cordiales, acciones amables que si las miramos con atención, pueden cambiar significativamente nuestra forma de percibir la vida

El Sumario – “Con demasiada frecuencia, subestimamos el poder de una sonrisa, una palabra amable, todo lo que tiene el potencial de convertir la vida alrededor”… En este nuevo micro de “Celebrando la vida”, la especialista en educación y coach organizacional, Karina Paredes, nos habla sobre una especie de llave maestra que nos permitirá abrir muchas puertas y conducirnos hacia un camino más agradable: ¡la amabilidad!

Paredes plantea que aunque Venezuela es una de las sociedades más amables de Latinoamérica, no solemos estar pendientes de los pequeños actos de generosidad con los que nos encontramos a diario.

“Actos de amabilidad que no nada más nosotros podemos hacer para impactar en la vida de los demás, sino que los demás hacen por nosotros sin tener absolutamente ninguna relación” aún en tiempos de pandemia y cuarentena.

En ese sentido, menciona algunos ejemplos que pudiéramos experimentar en diferentes momentos y no agradecer porque damos por sentado que ese pequeño gesto debe ser la norma en el otro: alguien que te ayude a estacionar bien en cualquier lugar (que solamente iba pasando por allí y te presta su ayuda voluntaria), o la sonrisa del panadero cuando te despacha y entrega el pan tratándote bien.

Es así como que la gente tiene que tratarnos bien y el servicio tiene que ser amable, entonces como que lo damos por sentado y no lo disfrutamos”, explica Paredes.

Un estudio en Chile

Karina Paredes menciona un estudio que se realizó en Chile para medir este tipo de comportamiento. En dicho estudio, le colocaron dos escenarios a los encuestados: en uno se veía a un grupo de personas que estaban riendo a carcajadas y otro peleándose. Sobre el primer grupo…

Estas fueron sus reacciones:

  • Las personas se sentían incómodas
  • Decían que (quienes se reían) estaban locos
  • Que seguramente se habían drogado

Pero fue mucho menos incómodo para los encuestados la sensación de ver a un grupo de chamos peleándose, “entonces se dieron cuenta que haciendo uso de una escala, la incomodidad de las risas era de 8 y de la pelea era de 5, es extraño este comportamiento social”, reflexiona.

A juicio de Paredes, estamos más acostumbrados a que nos traten mal, por lo tanto, pensamos que el mundo es solo hostil porque no nos detenemos a observar los detalles, “cuando tú tienes el foco en la violencia, en todo lo malo donde nos podemos sumergir, ahí está el problema, porque además lo que vemos es parte de nosotros mismos: que tan bien o que tan mal nos sentimos, ahí está nuestro reflejo en el otro”.

Sin embargo, resalta que todos podemos ser más ambles, si aplicamos ciertos consejos en nuestras vidas…

Veamos algunos de ellos:

  • Date cuenta de todos los gestos de amabilidad que están sobre ti: sé consciente de ellos
  • Cambia las palabras desagradables por agradables y las quejas por agradecimientos: cambia tu manera de comunicarte
  • Escucha con atención a todo el que se te acerque (salvo precaución por alguna razón de seguridad personal): verás que es importantísimo lo que te dicen -aprende a escuchar-
  • La palabra tiene poder: no la subestimes (tu actitud abre puertas)

Karina Paredes finaliza con la siguiente reflexión:

Análisis y cambio necesario … ¿Te imaginas la vida siendo todos amables?

Yo creo que sí podemos realizar y vivir en un mundo donde todos seamos amables, porque cuando se empieza por uno mismo ves cómo se multiplica; así, la idea es multiplicar y contagiar esa sensación de vivir en el paraíso ¡Con ello todos ganamos!

Los aliados de Fundasitio también creen que esto es posible, por eso, invitan a ser agente multiplicador del mensaje que brinda Paredes en este micro.

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