Los premios Grammy no solo exaltan lo mejor de la música mundial, sino que además son una excusa para que los artistas se muestren vestidos a la perfección, anqué no siempre es así y nacen los desastres de la moda.

Durante esta edición los cantantes se decantaron por el negro en busca de una elegancia y un aire de autoridad que a muchos les sentó de maravilla.

Demi Lovato y Justin Bieber fueron muestra de ello al dejar el exhibicionismo para la tarima y lucir sencillamente regios durante su pase por la alfombra roja de los premios más importantes de la música.

Sin embargo todo show tiene su excepción y aunque algunas fueron muy acertadas como la de Selena Gómez, la verdad es hubo looks bastante descubiertos que no rozaron ni un poco con la elegancia que ameritaba el evento.

Otros demasiado llamativos como el de Laddy Gaga y Taylor Swift fueron duramente criticados por proporcionar excesivo color al evento.

Moraleja: El negro nunca pasa de moda y menos es más.

Yelimar Requena

Fotografía REUTERS/Danny Moloshok.

Fotos de galería: Agencias.