Dulces sueños Rosetta

El Sumario – El 30 de septiembre se pondrá fin a un viaje interplanetario de doce años, en el que Rosetta se posará sobre el cometa 67P, donde se encuentra el robot Philae. El anuncio del final de esta cautivadora historia, que más que tecnología dio cabida a un amor espacial, lo dio la Agencia Espacial Europea (ESA) por medio de un comunicado, en el que se asume que Rosetta entrará en un sueño profundo y definitivo sobre la superficie del cometa, sellando su unión para siempre.

«Para ambos será el final de la misión más bella que se pueda imaginar, con la posibilidad, además, de efectuar nuevas mediciones e imágenes lo más cerca posible del cometa», expresó Jean-Yves Le Gall, presidente del programa espacial francés CNES.

En este momento, el cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko se está alejando del Sol y continuará en ese proceso en su órbita elíptica hasta unos 850 millones de kilómetros de distancia.

Luego de los 600 millones de kilómetros, Rosette, que lo acompaña, perderá la capacidad de almacenamiento de energía solar que necesita para seguir funcionando en materia de observación y transmisión de datos a la Tierra por ondas de radio.

Motivo que llevó a la ESA a dar por finalizada la misión. «¡Qué final más bello para Rosetta que darle un último beso a su cometa!», destacó Le Gall.

El descanso de Philae

El 12 de noviembre de 2014, Rosetta hizo aterrizar sobre el cometa su robot Philae, que en tamaño se compara al de una lavadora, cargado con 11 instrumentos de observación. Sin embargo, el aterrizaje fue escabroso y el robot rebotó dos veces en la superficie, antes de quedar inmóvil sobre el cuerpo celeste de forma irregular y 4 kilómetros de diámetro.

Este hecho hizo que Philae permaneciera estático en un espacio de relieve accidentado y con poca luz solar. Luego de debilitar sus baterías con el envío de Rosetta, con unas sesenta horas de observaciones, el robot quedo dormido. Su despertar fue en junio de 2015, pero el 9 de julio del mismo año dejó de transmitir señales de vida.

La aproximación de Rosetta se realizará a una velocidad dos veces menor que Philae, 50 centímetros por segundo.

Sólo una oportunidad

«Durante el trayecto, la sonda tomará imágenes de alta resolución en tiempo real y hará mediciones científicas totalmente inéditas», explicó la ESA. Los expertos en la Tierra tendrán la oportunidad de recoger datos por medio de un solo encuentro cercano. Ya en contacto con la superficie del cometa, culminarán las comunicaciones y las operaciones de Rosetta.

Los ajustes de la trayectoria de navegación de la sonda que orbita en torno al cometa, están previstos para realizarse en agosto. Aún no se decide en qué lugar de la superficie del cuerpo celeste aterrizará.

El «beso» de unión eterna le pondrá punto final a una aventura encantadora en la historia de la conquista espacial, misma que amplió los conocimientos sobre la aparición de la vida sobre la Tierra.

La misión, programada hace más de 20 años, busca comprender mejor el Sistema Solar desde sus inicios, ya que se considera que los cometas son señal de su materia primitiva.

Angélica Rodríguez.

Con información de Agencias.