Las terapias con estos pequeños amigos ayudan a mejorar el desarrollo psicomotriz de aquellos pequeñines especiales

Los delfines son los animales acuáticos más sociables e inteligentes, resultan los preferidos de los más pequeños, es por ello que son utilizados en múltiples terapias didácticas  para motivar el desarrollo motor de los niños que tienen necesidades educativas especiales, como es el caso del síndrome de Down.

Recientemente una investigadora de la Universidad de Barcelona realizó un estudio con más de cien niños de antecedentes entre EE.UU. y México, en donde evaluó el efecto del tratamiento con delfines en seis sesiones repartidas en cuatro puntos claves:

  • Contacto inicial con el agua y con el delfín.
  • Ejercicios buco-fonatorios, para desarrollar la motricidad fina de la articulación.
  • Ejercicios para mejorar el movimiento y el tono muscular.
  • Despedida del animal con el que se ha establecido un vínculo.

Los resultados demostraron que el 78% de los niños con edades comprendidas entre dos y siete años mostraban mejorías tras las sesiones. La evolución se manifestó en el lenguaje mímico y visual, y como consecuencia los niños mantenían una comunicación más concreta con el adulto una vez fuera del agua.

Tras el análisis de los resultados se pudo precisar de forma exhaustiva que la terapia con delfines aplicada a niños pequeños con síndrome de Down es un método útil para mejor el nivel del lenguaje y el sistema psicomotriz.

A futuro los investigadores desean evaluar el efecto adicional de la música en estas terapias, así como la inclusión de los miembros de la familia, pues el vínculo afectivo y emocional puede suponer un estímulo más beneficioso para estos niños.

Yelimar Requena

Con información de Muy Interesante.

Fotografía Gettyimages.