Hasta ahora no se ha inventado un carro que dure para siempre, por eso es necesario tomar precauciones en su cuidado para prolongar su vida útil. Aquí los consejos de los expertos:

Cambio regular de aceite: Sólo con aceite funciona un motor de forma adecuada. Lubrica los componentes y evita el desgaste, pero con el tiempo se va ensuciando y lubrica peor que cuando está limpio. Eso puede llevar a daños en el motor y por ello hay que cambiarlo al menos cada dos años.

Controlar las uniones: Todos los expertos recomiendan una inspección habitual en el taller y lo que requiere especialmente una observación son las empacaduras de goma en las juntas, ya que si están agrietadas acumulan grasa. La falta de lubricante las deteriora.

Hacer reparaciones a su debido tiempo: Los defectos o las piezas rotas hay que repararlos rápidamente, ya que si no, las consecuencias pueden ser peores. Si los cojinetes de las ruedas, por ejemplo, están dañados, se daña toda la rueda. En el peor de los casos se puede hasta soltar de su eje. Menos peligroso pero igualmente molesto es un cambio tardío de los frenos.

Evitar trayectos cortos: Recorrer 500 metros para ir a comprar el pan puede ser muy perjudicial para tu vehículo, ya que el motor no alcanza la temperatura adecuada, el aceite no se calienta, el agua se puede condensar en el tubo de escape y favorecer la oxidación. Mientras el auto no alcance la temperatura adecuada, es mejor que el conductor pise con cuidado el acelerador y evite las revoluciones altas.

Lavado habitual: Lavar el carro no sólo hace que brille, sino que se evitan daños. El polen y los excrementos de pájaros pueden dañar la pintura y por ello es mejor limpiarlos de inmediato. Para que las gomas aislantes de las puertas no se quiebren, el propietario debería tratarlas a menudo con un pincel de sebo.

Revoluciones adecuadas: Es bien conocido que un motor se desgasta mucho cuando las revoluciones están cerca de la zona límite. Lo mejor para el motor es mantenerse en un número normal de revoluciones, entre 1.500 y 3.000 por minuto. Un estilo de conducción demasiado ahogado lastima igualmente al auto. Lo mejor es reducir marchas para elevar las revoluciones. Conducir demasiado ahogado daña el cigüeñal.

AG

Con información de dpa