Para cuidar tu rostro, debes usar productos de acorde a tu edad y a tu tipo de piel. Descubre aquí cuál son los ideales para ti

El proceso de envejecimiento de la piel es diferente en cada persona. Depende de la genética, agentes externos a los que estemos expuestos, de los hábitos alimenticios. Sin embargo, existen unas pautas comunes que pueden aplicarse para evitar tratamientos innecesarios.

Cuando los dermatólogos afirman que la piel tiene memoria, se refieren a que todos los daños causados en el pasado pueden manifestarse en el futuro. Así que todo el cuidado que dediquemos al cutis cuando aún no sean visibles los signos de la edad, jugarán a nuestro favor llegado el momento.

A los 20 años, el problema más frecuente son los granitos e imperfecciones. Por eso, no pueden faltar lociones limpiadoras y una buena crema hidratante. Lo ideal es recurrir a productos libres de aceite.

A los 30 años empiezan a aparecer las primeras líneas de expresión. Una crema anti-edad o un contorno de ojos se convertirán en buenos aliados en las primeras batallas contra el paso del tiempo.

A medida que nos acerquemos a los 40, es poco recomendable saltarse alguno de los pasos de los tratamientos cosméticos anti-edad. El sérum, que entre los 25 y los 30 podía ser opcional, debe formar la rutina de belleza a los 40. Las mascarillas supondrán otro refuerzo extra, al igual que las fórmulas concentradas de algunos productos.

Solo el 20% de los signos de la edad son inevitables, el resto pueden ser reparados. Por eso es importante arrancar a tiempo. En todas esas etapas, es importante usar bloqueador solar. Y si tienes alguna duda, no dudes en consultar con tu dermatólogo.

EC

Con información de Glamour.

Fotografía Gettyimages.