Un nuevo capítulo se escribirá en MLB cuando al cabo de siete juegos haya un monarca inédito u otro que no alza el título hace más de 100 años

El Sumario – La serie mundial del mejor béisbol del mundo inicia esta noche en el Progressive Field, avecinando una batalla inédita entre los Cubs de Chicago, conjunto que no gana hace 108 años, y los Indios de Cleveland, novena que jamás se ha titulado en el Big Show.

La tensión y las expectativas están a flor de piel en medio de una fiesta que celebra una peculiar serie, jamás vista en la historia de la pelota profesional estadounidense.

Anhelada por la historia

Las novenas que saltan, este martes, al terreno de juego en busca de consagrarse como el monarca de MLB no son, para nada, las más famosas de la liga y es que su poca presencia en series mundiales ha minimizado su popularidad.

No obstante, al tratarse de dos equipos que arropan tanta historia se ha catalogado ésta como la final que necesitaba el Big Show. Una más allá de los constantes Yankees de Nueva York, los batallantes Medias Rojas de Boston o los recientes monarcas de años pares Gigantes de San Francisco.

Era hora de algo distinto, dos equipos tradicionales que se han perdido, por mucho, la sensación de ser campeón mundial. Los locales, Indios de Cleveland, se han apuntado a la máxima cita del béisbol únicamente en dos ocasiones (1954, 1997). Nunca ha saboreado la victoria.

Chicago, por su parte, ha llegado a la final del mejor béisbol del mundo en diez ocasiones (1906, 1907, 1908, 1910, 1918, 1929, 1932, 1935, 1938 y 1945), pero solo pudo alzar el título en su segundo y tercer intento. Posteriormente una maldición de 71 años dijo presente.

¡La culpa es de la cabra!

Poco más de siete décadas han pasado desde que los Cubs de Chicago asistieron a una serie mundial, lo más creyentes de aquella magia que rodea a la pelota atribuyen esa mala racha a la “maldición de la cabra”.

Por allá por 1945, Billy Sianis, un fanático de Chicago, dueño de la taberna Billy Goat, llegó al Wrigley Field para presenciar el cuarto partido de la Serie Mundial que su equipo disputaba ante los Tigres de Detroit. Pero en lugar de ir solo fue con su mascota, una cabra llamada Murphy.

El supuesto mal olor ocasionó quejas en los demás asistentes, por lo que Billy y Murphy fueron desalojados del estadio, ante aquello el hombre reaccionó diciendo:

“Mi cabra trae suerte a los Cubs. Si se marcha, vamos a perder esta final y no volveremos a ganar nada nunca más”.

El presagio no asustó a las autoridades del parque que igualmente desalojaron al hombre, pero, efectivamente, Chicago perdió la final y más nunca, hasta ahora, puedo acceder a otra.

¿Sera 2016 el año en que termine la maldición de la cabra?

Yelimar Requena