En ocasiones, las mujeres se preocupan porque quieren usar vestidos o faldas pero tienen las piernas o la cara pálida, pues para eso existe una opción rápida y saludable: las cremas autobronceantes.

Lo que ayuda a dar un tono de verano, por curioso que suene, es el azúcar, ya que es el principio activo en los productos autobronceantes con la sigla DHA es la dihidroxiacetona, un carbohidrato obtenido de plantas como la remolacha o la caña de azúcar. Al aplicarla, la DHA reacciona a las proteínas que se encuentran en las capas superiores de la piel, lo que da un ligero tono bronceado.

Si bien su nombre suena más químico que otra cosa, la dihidroxiacetona es saludable. Incluso aparece naturalmente en el cuerpo humano. En líneas generales, los autobronceantes son una buena alternativa a las radiaciones del sol, ya que no provocan los mismos daños ni generan riesgos de cáncer de piel.

Uno de los riesgos de los autobronceantes son las manchas. Lo mejor es usarlos después de la ducha y un peeling en todo el cuerpo. Lo que hay que evitar sí o sí es aplicarlo en las cejas y en la línea del cabello, porque eso siempre da como resultado un look «manchado».

Tan importante como una correcta aplicación del autobronceante es el cuidado posterior de la piel, por eso hay que usar mucha crema hidratante. Esto vale sobre todo para partes del cuerpo en las que de por sí la piel no es tan grasa, como la pantorrilla. Luego de estos tips, atrévete a usar esos vestidos que soñaste en esta época de verano.

DS

Con información de dpa.

Fotografía Gettyimages.